El barrio de Arroyito fue escenario de un violento y trágico episodio que culminó con la condena a prisión perpetua de Miguel A., de 42 años, y su hijo Ariel A., de 22 años. En un fallo dictado el viernes 28 de febrero de 2025 en la sala 4 del Centro de Justicia Penal de Rosario, el tribunal compuesto por los jueces de Primera Instancia Dres. Nicolás Foppiani, Gonzalo López Quintana y Silvana Lamas impuso la pena máxima a los acusados por una serie de delitos de extrema gravedad.
Los hechos se remontan al 12 de febrero de 2023, cuando, alrededor de las 17.40 h, Miguel A. y su hijo Ariel A., quien se movilizaba en silla de ruedas, abordaron a Rubén Guzmán y a P.R. en la calle José Ingenieros al 1800, en el barrio de Arroyito. Las víctimas descendían de su vehículo Fiat Strada cuando fueron sorprendidas por los delincuentes con intención de robo. Ariel A. entregó un arma de fuego a su padre, quien amenazó a Guzmán y a P.R. en un intento de reducirlos. Sin embargo, tras un forcejeo con Guzmán, Miguel A. se alejó del lugar momentáneamente.
En un acto de brutal frialdad, regresó corriendo segundos después y disparó tres veces contra las víctimas con la intención de asegurar el robo y garantizar la impunidad del hecho. Dos de los disparos impactaron en la pierna de P.R., mientras que el tercero alcanzó a Rubén Guzmán en el abdomen. La violencia desatada dejó a Guzmán gravemente herido, quien finalmente perdió la vida el 29 de abril de 2023 tras permanecer internado en el HECA.
Consumado el ataque, los agresores sustrajeron la mochila de P.R., que contenía dos teléfonos celulares, documentación y una billetera. Luego huyeron en el Fiat Strada, que posteriormente fue hallado abandonado en la zona de Labardén al 5600. Además, se determinó que ambos portaban de manera ilegítima una pistola calibre 9 mm.
Una historia de violencia y delitos previos
Ariel A. también fue condenado por otros delitos previos. Uno de ellos ocurrió el 4 de septiembre de 2020 en Maquinista Gallini al 900, donde intentó robarle a una mujer que salía de su domicilio. Al escuchar sus pedidos de auxilio, un repartidor intervino y Ariel A. fue retenido en la intersección de Máspoli y Génova.
El segundo hecho que se le atribuye sucedió el 18 de enero de 2023 en Sorrento y Antequera, cuando, al ser avistado por personal policial mientras circulaba en una motocicleta junto a otro hombre, intentó darse a la fuga. En su desesperado intento de escape, perdió el control del rodado y cayó al asfalto, pero huyó a pie hasta ser finalmente aprehendido.
Por su parte, Miguel A. tenía antecedentes penales significativos. En 2018 fue condenado a seis años y ocho meses de prisión por robo calificado con uso de arma de fuego, privación ilegítima de la libertad, atentado contra la autoridad y lesiones leves. Su pena fue unificada con otra condena de 2014, elevándola a ocho años y ocho meses de prisión efectiva. Al momento del crimen de Arroyito, gozaba del beneficio de salidas transitorias.
El tribunal determinó que ambos acusados actuaron con extrema violencia y frialdad, sin mostrar el menor remordimiento por sus acciones. La sentencia a prisión perpetua busca llevar justicia a la memoria de Rubén Guzmán y a su familia, marcando un precedente sobre la gravedad de estos delitos en la ciudad de Rosario.