Un perro se pasó de travieso y curioso y acabó por meter su cabeza dentro de un caño de acero y de reducidas dimensiones.
Tal fue el caso que acabó con su elemento «calzado» en su cuello, metido a presión, e imposible de ser extraído por la fuerza.
Eso hizo que se diera aviso a los Bomberos Zapadores de la Unidad Regional XVII que realizaron una denominada maniobra de rescate, y para eso utilizaron una moladaora con la que pudieron partir el sólido elemento.
Vale decir que con ello, el perro se salvó.
Sucedió el pasado viernes en San Lorenzo.
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