Inseguridad

“Piratas” atacaron una barcaza de bandera Paraguaya a la altura de San Nicolás

“Piratas” atacaron una barcaza de bandera Paraguaya a la altura de San Nicolás

El hecho reaviva las alarmas sobre la creciente inseguridad en la hidrovía Paraná–Paraguay, un corredor clave para el comercio exterior argentino. El abordaje se produjo de madrugada y vuelve a dejar en evidencia la falta de patrullaje en zonas críticas del río.

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El hecho reaviva las alarmas sobre la creciente inseguridad en la hidrovía Paraná–Paraguay, un corredor clave para el comercio exterior argentino. El abordaje se produjo de madrugada y vuelve a dejar en evidencia la falta de patrullaje en zonas críticas del río.

La inseguridad volvió a golpear la navegación fluvial. En la madrugada del 1 de octubre, el buque motor “Rosa”, de bandera paraguaya y perteneciente a la compañía Naviship Paraguay S.A., fue abordado y robado mientras navegaba aguas arriba por el río Paraná, a la altura del kilómetro 340, frente a la ciudad de San Nicolás, en territorio argentino.

El incidente ocurrió cerca de las 3:15 de la mañana cuando la embarcación, que transportaba 2.628 toneladas de mercadería en contenedores desde Buenos Aires hacia Asunción, fue interceptada por un grupo de desconocidos. Durante un recorrido rutinario, el marinero de guardia, Matías David Piñánez Servín, observó a varios intrusos a bordo. Al ser descubiertos, los delincuentes se arrojaron al agua y escaparon en una lancha de color rojo y amarillo que se encontraba amarrada al buque por la banda de estribor.

Tras una rápida inspección, la tripulación constató el faltante de una motobomba y otros elementos menores. No hubo heridos, pero el hecho encendió la alarma entre los tripulantes y expuso nuevamente la vulnerabilidad de las embarcaciones durante la navegación nocturna.

La Prefectura Naval Argentina (PNA) de San Nicolás intervino inmediatamente después de que el baqueano del buque, Juan Fleitas, notificara el episodio al Centro de Control de Tráfico (L6G). Personal de Prefectura realizó un patrullaje por la zona, aunque no se hallaron rastros de la lancha utilizada por los delincuentes. Posteriormente, se realizó una inspección a bordo del “Rosa” y se abrió una causa judicial por “delito de acción pública” bajo la intervención del fiscal federal Gustavo Parigini, quien ordenó la toma de declaraciones a la tripulación.

El hecho generó preocupación entre los capitanes y armadores que operan en la hidrovía Paraguay–Paraná, especialmente del lado paraguayo, que en los últimos meses vienen advirtiendo sobre el incremento de ataques y abordajes ilícitos en distintos puntos del río. Los operadores consultados por el medio Paraguay Fluvial señalaron que estos episodios no son aislados, sino parte de una problemática creciente que afecta zonas entre San Nicolás, Ramallo, Rosario y San Lorenzo, donde las tripulaciones aseguran que el riesgo se multiplica por la falta de patrullajes efectivos durante la noche.

Desde la compañía Naviship Paraguay S.A. se informó oficialmente el hecho, no solo para dejar constancia ante las autoridades, sino también para advertir a otros armadores sobre la necesidad de reforzar las medidas de vigilancia, especialmente en horarios nocturnos o en sectores de fondeo donde los buques reducen su velocidad.

El buque motor “Rosa”, matrícula 3895-BM, tiene una eslora de 110,70 metros y forma parte de la flota activa que realiza transporte regular de contenedores entre Paraguay y Argentina. Es un actor habitual en la dinámica comercial del corredor fluvial, por lo que el incidente tiene un fuerte impacto en toda la comunidad logística regional.

El ataque no solo generó alarma en Paraguay, sino también en el sector marítimo argentino, que observa con creciente preocupación la inseguridad en el principal canal logístico del país. Voces consultadas por SL24 Shipping señalaron que la falta de vigilancia sistemática pone en riesgo el desarrollo de las operaciones y encarece los costos de seguros y transporte. “La inseguridad fluvial no solo afecta a las empresas, sino también a las personas que trabajan a bordo. Es urgente actuar antes de que estos incidentes deriven en tragedias”, apuntaron referentes del ámbito naviero.

Para los especialistas, este nuevo hecho constituye un llamado de atención sobre la necesidad de reforzar los controles coordinados entre Argentina y Paraguay. Si bien Prefectura Naval Argentina respondió con rapidez, el ataque ocurrió en una zona que desde hace tiempo figura entre las más conflictivas del Paraná medio, y donde la vigilancia nocturna suele ser insuficiente para disuadir o detectar movimientos sospechosos.

El episodio también vuelve a poner en foco la fragilidad del sistema de seguridad fluvial de la hidrovía, por donde circula más del 80% del comercio exterior agroindustrial argentino. Desde los puertos de San Lorenzo y Timbúes hasta el Atlántico, el corredor concentra los despachos de granos, aceites, harinas y contenedores que sostienen el ingreso de divisas del país. Sin embargo, los incidentes de vandalismo y robo durante la navegación se repiten sin que exista un protocolo común de prevención entre los países que la comparten.

La situación preocupa especialmente al sector exportador, que teme que los hechos de inseguridad afecten la reputación del sistema fluvial argentino en los mercados internacionales. El pedido de las cámaras navieras y portuarias es claro: mayor presencia de fuerzas de seguridad, coordinación binacional efectiva y patrullajes permanentes en los tramos más críticos del río.

El ataque al “Rosa” deja al descubierto que el problema de la inseguridad en el Paraná ya no es un asunto aislado ni excepcional. Se trata de una amenaza concreta sobre un sistema que sostiene la logística más importante de Sudamérica y que requiere atención inmediata del Estado argentino. En un contexto en el que el país debate el futuro de la concesión de la Vía Navegable Troncal, garantizar la seguridad de quienes navegan por ella debería ser una prioridad tan urgente como el dragado y la infraestructura.

Fuente: Paraguay Fluvial

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