Sucedió el lunes a la tarde, cuando miembros del Consorcio de Exportadores de Carnes (ABC), encabezados por su presidente Mario Ravettino, estuvieron con Caputo y su secretario General de Coordinación, Juan Pazo.
“En el transcurso de la misma, miembros del Consorcio ABC presentaron su propuesta de trabajo y la agenda en materia de exportaciones de carnes y consumo en el mercado interno, aspectos relativos a cuestiones sanitarias, informalidad de la cadena y la agenda de apertura de mercados que son prioridad de gestión en estos momentos”, dijo la cámara frigorífica cuyas empresas hacen el 95% de las ventas al exterior.
“Los empresarios reconocieron y agradecieron, a su vez, la predisposición del gobierno actual de liberar las exportaciones argentinas de carnes bovinas, en el convencimiento de las ventajas que en materia de empleo, ingreso de divisas e inversiones que el desarrollo de la cadena de carnes puede aportar al país”, agregaron.
En efecto, en el capítulo VII, de Bioeconomía, se especificaba que el Senasa determinaría los sistemas de control higiénico- sanitarios y ambiental, aplicando y supervisando su ejecución, con facultades de inspección, sancionatorias y las que resulten de las normas reglamentarias que dicte el Poder Ejecutivo Nacional. Allí se remarcaba que las provincias podrán dictar normas complementarias que no contravengan las disposiciones del Senasa. Hasta ahora cada provincia y municipio puede fijar su propio estatus.
Teniendo en cuenta que la ley no fue aprobada, Ravettino afirmó que están dispuestos a seguir avanzando en todo lo que les propongan y manifestó su disposición a establecer una agenda de trabajo. “El objetivo de ellos es que exportemos más”, dijo.
“La Argentina tiene un enorme potencial de insertarse en el mercado internacional como un proveedor de carnes bovinas de alta calidad, comprometidos con la sustentabilidad ambiental y la seguridad alimentaria, dando cumplimiento integral a los requisitos que demandan exigentes clientes del exterior”, precisó Ravettino. ]]>