Próximo gobierno planea recaudar u$s 13.000 millones por granos retenidos en el campo

¿Cómo impactará este ingreso “extra” de materia prima a las industrias aceiteras y terminales agroexportadoras de la región? Se trata de unos 50 millones de toneladas de soja, maíz y trigo aún no comercializados


El sector agroexportador volvió con fuerza al centro de la escena. No solo por las promesas de cara al ballottage entre Daniel Scioli y Mauricio Macri, y en especial por la eliminación, baja o sostenimiento de las retenciones que tributan los principales cultivos del país, sino también por la magnitud que significaría para las alicaídas reservas del Banco Central (BCRA) la inyección de los «agrodólares» que se retienen.

En ese marco, el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, calculó que el campo tiene una «reserva» potencial de u$s 13.000 millones por los más de 50 millones de toneladas de soja, trigo y maíz de la campaña 2014/15 que todavía no ingresaron en el circuito comercial.

Echegaray sostuvo que el stock de soja al 31 de octubre último es de 19,7 millones de toneladas, que valen algo más de u$s 7262 millones, a u$s 367,28 por tonelada. De trigo, el titular de AFIP sostuvo que existen algo más de 9,5 millones de toneladas, que a u$s 230,38 la tonelada representan u$s 2201 millones. Para el maíz, el cálculo oficial es que 21,4 millones de toneladas aún no ingresaron al circuito comercial, por un valor de u$s 3531 millones, a u$s 165 por tonelada.

Según los últimos datos de la Dirección de Mercados Agropecuarios, al 21 de octubre pasado, la exportación y la molienda informaron compras por 44,5 millones de toneladas de soja. Eso hace que, tomando la estimación oficial de cosecha de 61 millones de toneladas, a esa fecha, los productores todavía tenían en su poder 16,5 millones de toneladas.

Para el trigo, de una producción oficial estimada en 14 millones de toneladas, los exportadores y harineros declararon compras por 12,5 millones, por lo que los productores tendrían aún 1,5 millones de toneladas del cereal viejo.

En maíz, en tanto, la exportación anotó compras por 17 millones de toneladas. Con una estimación de producción de 33,8 millones de toneladas, los ruralistas tendrían 16,8 millones de tonelada sin vender.

El volumen y valor potencial de los cereales y oleaginosas que retiene el sector agrario volvió al centro de la escena, justo en momentos en que la principal cámara exportadora sectorial (Ciara-CEC) informó que la liquidación de divisas agrarias de la semana pasada bajó la barrera de los 200 millones de dólares (192 millones), componiéndose como una de las más baja de todo el año.

Así en los primeros diez meses del año, la liquidación por agroexportaciones suman u$s 17.400 millones, 15% menos que en igual lapso de 2014, si bien es atendible que los precios internacionales también cayeron.

Los analistas consideran que la baja liquidación de las divisas agrarias está relacionada con un coctel en el que el clima político tiene mucho que ver, así como también los precios, las retenciones, y la expectativa por el tipo de cambio. «El productor que pudo retener, va a seguir esperando a que se despeje el panorama. La expectativa sobre todo para el maíz, y el trigo, es el fin de las retenciones y de las restricciones comerciales, lo que empuja los precios internos», indicó un operador.

Los asesores económicos de ambos candidatos han mantenido conversaciones reservadas con los exportadores de granos, y hasta ahora, el propósito fue transmitirles el esquema que guiará al mercado en 2016, incluida una idea preliminar de cómo se moverá el tipo de cambio.

¿Esto traerá aparejado algún cambio para el esquema industrial de la región? Se supone que con más acceso a materia prima, los compradores podrían mejorar sus valores y los industriales obtener algún mayor margen de ganancia, pero ello no siempre es tan lineal.

En la actualidad, el ritmo de producción es sostenido (salvo para el biodiesel) y los contratos asumidos para la exportación de granos y de la oleaginosa estrella, la soja, se sostienen y crecen. Las dificultades financieras de esta industria es otra y no pasa por la escasez de materia prima.

Por ello, si el panorama especulativo actual se mantiene, a lo sumo, podrán llegar a tener alguna dificultad, a futura, para proveerse de esos granos, aunque por el momento, tal hipótesis no es materia de ajuste alguno.

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