La Provincia de Santa Fe vivió un fin de semana cargado de actividades culturales que permitieron a las familias santafesinas salir y ocupar los espacios públicos. En particular, Rosario, con el Festival Bandera, congregó a miles de personas de todas las edades, alrededor de un evento que, para el gobernador Maximiliano Pullaro, “nos hizo recordar a la ciudad de la que todos nos enamoramos y hoy sentimos que de a poco la estamos recuperando”. “La guardia alta continúa porque más allá de la baja importante de la violencia y la caída también del delito en la ciudad, nada nos hace pensar que es una batalla terminada. Rosario vuelve a renacer, pero no bajamos la guardia”, señaló.
Pullaro reconoció que “para que uno pueda decir que las políticas de seguridad son políticas estables y afirmar que estamos bien, necesitamos dos años de estabilidad en el delito” y repasó: “Aunque parezca mucho, el año pasado fue uno de los más violentos y el anterior el más violento. La inseguridad y la violencia habían hecho retroceder a esta ciudad. Hoy sentimos que empieza a haber eventos, que los fines de semanas las plazas hoteleras se colman y que la ciudad vuelve a salir a flote”.
Plan de seguridad
Más adelante, el gobernador se refirió al plan de seguridad y afirmó que “recién está comenzando. No me confío ni me relajo nunca, tenemos mucho para hacer”, y enumeró acciones tales como “la construcción de plazas penitenciarias; las 5000 cámaras para que Rosario sea la ciudad más monitoreada del país; terminar con las comisarías y que las estaciones policiales concentren la actividad operativa del personal policial”.
Asimismo, Pullaro puso énfasis en la cantidad de móviles policiales que patrullan Rosario y señaló que durante los días sábado y domingo, “en hora pico tuvimos 250 móviles en la ciudad y 100 binomios o trinomios de caminantes” a lo que sumó que “se mejoró el trabajo en la cárcel para poder tomar el control ya que allí se cometía todo tipo de delitos. Eso se logró controlar pero falta infraestructura penitenciaria”.
Administración y orden
El gobernador resaltó el valor de la eficiencia, poniendo como ejemplo que “el ministro de Obras Públicas, Lisando Enrico, con un 72 % de inflación, sobre una licitación de 1100 kilómetros de ruta, pagó 40 % menos que una obra similar anteriormente licitada” y recordó que “la ministra de Salud, Silvia Ciancio, en medicamentos de alto costo ha ahorrado 45 millones de dólares”, tras lo que sumó: “En la comida del servicio penitenciario también, en el primer semestre, se ahorró 6.600 millones de pesos”.
En relación a esto, Pullaro también recordó que se comenzó a controlar el ausentismo docente por el cual aseguró, el Estado “pagaba muchísimo” y si bien reconoció que “los gremios están muy molestos, el ausentismo bajó y eso es plata que recuperó el Estado”.
Justicia moderna
Más adelante, el mandatario santafesino habló de la necesidad de modernizar el Poder Judicial. Aseguró que “en términos personales no tengo nada contra los ministros de la Corte”, pero subrayó que “hace 30 años que están en ese lugar y ya cumplieron su ciclo y no tienen las condiciones para pensar una justicia moderna”. Y agregó: “Tenemos una de la justicias más caras del país”, a lo que sumó: “La Justicia tiene que demostrar que con los recursos que tiene puede planificar ser más eficiente”.
Terminar con los privilegios
Por último, el gobernador manifestó nuevamente que” los privilegios se tienen que terminar”, y que “al Estado de Santa Fe hay que ordenarlo y para ordenarlo hay que estar dispuestos a pagar el costo político, dar un debate público que incomoda a la gente que tal vez te votó”, pero afirmó que “a mí me votaron para que las cosas no estén igual. No me votaron solamente para que controle la violencia o mejore la seguridad, me votaron para que reordene el Estado y eso significa que ponga capital político y de debate” y en relación a esto mencionó la sanción de la Ley de Reforma Previsional sobre lo cual recordó que “teníamos dos alternativas: transferir la Caja a Nación o terminar con muchos privilegios que había, pero era lógico que tenía que suceder porque la Caja nosotros la queríamos mantener en la provincia y el impacto no lo tuvieron los docentes, los policías, los empleados de la salud, el impacto lo tuvieron los sueldos jerarquizados del Poder Ejecutivo, Judicial y Legislativo. Y yo entiendo que eso está bien, porque los que más ganamos que paguemos más es correcto, en una Argentina que se tiene que achicar”.