¿Qué cerealera de la zona negocia un crédito por u$s 450 millones con el Banco Mundial?

La empresa solicitó una ayuda crediticia a la Corporación Financiera Internacional (CFI) para, con ese dinero, ampliar su línea de procesamiento de soja


La aceitera Renova gestiona un millonario crédito con la Corporación Financiera Internacional (CFI) por u$s 410 millones para financiar la construcción de una planta de procesamiento de soja con una capacidad de 10.000 toneladas diarias, un nuevo puerto granario con capacidad de embarque de 4000 toneladas por hora y una terminal para barcazas para 8000 toneladas diarias en el puerto de Timbúes, en el sur de la provincia de Santa Fe.

La empresa, un joint venture entre Vicentin y el grupo extranjero Glencore a través de su subsidiaria local Oleaginosa Moreno Hermanos, ya presentó el pedido ante las autoridades del brazo financiero del Banco Mundial argumentando que tiene la necesidad de obtener fondos para expandir su capacidad de procesamiento de granos de las 115.000 toneladas actuales a las 250.000, además de modernizar y reestructurar sus áreas de recepción de granos con nuevos servicios, y levantar una nueva línea de procesamiento de soja. El pedido llegó esta semana a las oficinas centrales de la CFI que ahora analiza el otorgamiento de la línea de financiación, además de enviar una delegación oficial para visitar el puerto de Renova en Timbúes y mantener reuniones con los ejecutivos de la compañía. También realizará conference calls con los accionistas de la sociedad. Es decir, con ejecutivos de Vicentín y Oleaginosa Moreno, además de entrevistas con un grupo de trabajadores y el gremio. Para Renova se trata de una obra esencial en su proyecto de expansión luego de las medidas tomadas por el Gobierno para el agro como la eliminación de retenciones, liberalización de exportaciones y normalización cambiaria, entre otras que favorecieron a quienes invierten en el campo.

En este sentido, pretenden levantar el nuevo muelle próximo al actual donde opera aceite y harinas para destinarlo a carga de granos. Tendrá además un espacio para el amarre de barcazas con el objetivo de desembarcar en el procesamiento de granos importados de Paraguay. Según fuentes del mercado, se trata de un negocio fundamental a la hora de sumar fuentes de abastecimiento debido a la alta demanda de procesamiento que tiene el poroto.

En la actualidad, el puerto de Renova se destina a la operación de derivados de la planta aceitera, con una capacidad de molienda de soja de hasta 20.000 toneladas diarias y que puede producir anualmente 6,5 millones de toneladas entre aceite y harina de soja. Posee también una capacidad de embarque de 2000 toneladas por hora de harina y 900 toneladas por hora de aceite.

Fuente: El Cronista

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