El suboficial Leandro Pucheta y el subinspector José Matías Roldán declararon ayer en la audiencia imputativa tras la cual quedaron en prisión preventiva efectiva, en el marco de la causa que los investiga por un presunto hecho de abuso sexual en perjuicio de una compañera de la fuerza, a la salida de un boliche de San Lorenzo.
“A la chica que nos acusa la sacaron del boliche porque estaba mal, ebria, desalineada. Luego lo veo a «Murci» (así lo apodan a Roldán) que la agarró para que no pase vergüenza, la llevó a mitad de cuadra y la dejó dentro del auto. Jamás dejé mi puesto de servicio adicional. En ningún momento estuve en el hecho”, declaró Pucheta, miembro del Grupo de Operaciones Complejas de la Unidad Regional XVII y acusado de filmar el ataque sexual con su celular.
“Entré al boliche, cobré mi adicional y me fui a mi casa. En el auto llevé a un personal de seguridad que trabaja en el boliche, llamado Lucas”, añadió Pucheta cuando se lo consultó por lo ocurrido entre las 4 y las 4.42 de la madrugada del pasado 23 de diciembre en el boliche de avenida San Martín al 1700.
También pidió la palabra «Murci» Roldán. “Otra chica policía la sacó a ella del boliche porque se caía y estaba dormida. Le ofrezco una banqueta en la puerta. Sentí vergüenza por ella y le dije al patovica Lucas de llevarla a mi auto. Ella me dijo que sí. Le abrí el auto y volví para mi servicio. Fui y le dije a una amiga suya llamada Ariadna que ella salió porque estaba descompuesta”, relató el policía imputado ante el fiscal Maximiliano Nicosia y la jueza Griselda Strólogo.
“Cuando terminó el servicio adicional en el boliche me fui a la comisaría 4° porque cumplía servicio de guardia a partir de las 7. Luego recuerdo que recibí un llamado preguntándome por el celular y la cartera de Gisela. Yo me fui solo. Ella se había quedado con su amiga Ariadna”, se excusó Roldán.
Los dos policías de la Unidad Regional de San Lorenzo acusados por un hecho de abuso sexual en perjuicio de una compañera de la fuerza, mientras realizaban tareas de servicio adicional en un boliche céntrico, quedaron en prisión preventiva bajo distintos plazos, según lo resolvió el viernes la jueza Strólogo.
Al subinspector Roldán, alias «Murci», le dictaron prisión preventiva por el plazo de ley, es decir por un máximo de dos años, por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por tratarse de miembro de la fuerza en uso de funciones. En tanto que al suboficial Pucheta lo encerraron por el plazo de 90 días tras un acuerdo consensuado entre el fiscal Nicosia y la defensa de dicho uniformado.