Duros contra la empresa

¿Qué dice la Federación de Aceiteros sobre la situación de Vicentín?

La organización gremial nacional arenga a tomar medidas concretas. La jurisdicción le corresponde al sindicato local que, enfrentado a la entidad madre, apuesta por el diálogo y la concertación social


La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) emitieron un comunicado oficial fijando su posición ante la situación que atraviesa la firma Vicentín, cuyas actividades están paralizadas desde mediados de diciembre, y en particular sus trabajadores.

La organización nacional tiene jurisdicción de actuación en casi todo el país, pero no así en el departamento San Lorenzo, donde se concentra el grueso de las cerealeras y terminales fluviales agroexportadoras y cuya tutela gremial responde al Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) que conduce Pablo Reguera, el mismo que está siendo duramente cuestionado por organizaciones defensoras de derechos humanos ante el pedido presentado ante la justicia federal para que conceda el beneficio de salidas transitorias al abogado represor Pedro Rodríguez, quien cumple prisión por delitos de lesa humanidad, a fin de recontratarlo como asesor jurídico.

Mientras el gremio local apuesta por la conciliación del Ministerio de Trabajo de la Nación y por la conformación de una mesa de concertación social integrada mayormente por actores de la región, como modo de hallar una solución al problema planteado, la Federación apuntó a la responsabilidad plena que le cabe al grupo empresarial y a los funcionarios gubernamentales que son «responsables» del quebranto financiero de la firma. E instan a sus trabajadores a imponer un plan de lucha.

Este es el documento expuesto por la Federación Aceitera:

«El Grupo Vicentín se declaró en diciembre en “estrés financiero” y en febrero pidió la apertura del concurso preventivo de acreedores. La situación alcanzó una alta visibilidad en la agenda pública, por el lugar preponderante que ocupa Vicentín en el sector agroexportador pero, también, por los créditos millonarios que recibió de la banca pública -que administra fondos que son de todo el pueblo argentino- bajo el gobierno de Mauricio Macri, que se encuentran bajo investigación penal y legislativa».

«Las libertades con las que cuentan las grandes empresas creando complejas estructuras corporativas, radicando sucursales en países con pocos o nulos impuestos, con gran capacidad negociadora frente a los poderes de turno, manteniendo largos juicios con los organismos de recaudación fiscal, armando y deshaciendo asociaciones con otras empresas, entre otras características, permiten la acumulación de ganancias por circuitos legalmente aceptados que desaparecen a la hora de las crisis».

«Esas ganancias que salen del país durante años luego parecen no tener ninguna conexión con los desequilibrios empresariales. Por eso exigen acompañamiento en las pérdidas cuando nunca lo hicieron con sus ganancias».

«La repentina aparición de los problemas que argumenta padecer la empresa desnuda además la insuficiencia del control estatal, herencia de la desregulación neoliberal, que facilita la arbitrariedad de las maniobras patronales, y afecta por ello a los intereses de la clase trabajadora y el pueblo argentino».

«Frente a esta coyuntura desde nuestra organización gremial reafirmamos que las trabajadoras y trabajadores del Grupo no tienen ninguna responsabilidad en la situación, y de ninguna manera deben ser quienes paguen las consecuencias de la misma».

«Por el contrario, le corresponde responder a Vicentín SAIC y también a quienes ocupando circunstancialmente cargos políticos en el Estado nacional avalaron medidas que llevaron a esta situación».

«En este marco, no se debe descartar ninguna alternativa para garantizar la continuidad de las fuentes de trabajo. No puede ser enfatizado lo suficiente que el único camino para salir de la compleja situación que atraviesa nuestro país es preservando y creando trabajo digno, con ingresos como dictan el 14 bis de la Constitución y el 116 de la Ley de Contrato de Trabajo».

«A la crisis se la enfrenta con pleno empleo, con salarios mínimos vitales de acuerdo a su definición legal, paritarias libres y la plena vigencia de los derechos laborales, sindicales y constitucionales para el conjunto de la clase trabajadora argentina».

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