Tribunales de San Lorenzo

Quién es el sanlorencino prófugo con pedido de captura internacional por abuso sexual

Quién es el sanlorencino prófugo con pedido de captura internacional por abuso sexual

En marzo pasado debía presentarse a audiencia preliminar a juicio y pegó un faltazo. Meses atrás un juez de Cámara le había otorgado la libertad con restricciones, entre ellas prohibición de salir del país. "Es un cagón que no da la cara", cuestionó la víctima.
En marzo pasado debía presentarse a audiencia preliminar a juicio y pegó un faltazo. Meses atrás un juez de Cámara le había otorgado la libertad con restricciones, entre ellas prohibición de salir del país. "Es un cagón que no da la cara", cuestionó la víctima.

El pasado 9 de marzo, el sanlorencino Agustín Manuel Goycochea debía presentarse para someterse a la audiencia previa al juicio, luego de que un juez de Cámara de Apelaciones le otorgara la libertad a pesar de la imputación por abuso sexual que recae en su contra. A casi seis meses de aquel “faltazo” en Tribunales de San Lorenzo, el joven de 25 años permanece prófugo y tiene pedido de captura nacional e internacional.

“En su momento Migraciones había diligenciado oficios y tiene pedido de captura por parte de Interpol, con alerta roja”, aseguró un vocero judicial que suele frecuentar por los pasillos de Tribunales de San Lorenzo. Mientras tanto la víctima del hecho de abuso sexual, consumado la madrugada del 6 de julio de 2020 en un departamento del Fonavi Oeste, reclama que los organismos internacionales intensifiquen la búsqueda de Goycochea.

Agustín debería estar preso. Tendría que haber estado en prisión preventiva cuando llegó la audiencia previa al juicio. Negó todo cuando en realidad había pruebas. Ya entramos en el tercer año desde que pasaron los hechos. Es un cagón que no da la cara”, manifestó Carolina en diálogo con SL24, con la angustia atragantada por un proceso judicial que aún no tuvo cierre.

A Carolina la revictimizaron después de haber sufrido el ataque sexual por parte de su ex amigo en un departamento de Santiago del Estero al 1800. “Después del hecho la pasé muy mal. Hombres me han querido abusar y mujeres que han acosado cuando se habían acercado para hacerse amigas. Todos los días peleo para dejar todo esto atrás”, expresó.

El 5 noviembre 2020, el juez Gustavo Salvador resolvió revocar la medida de prisión preventiva efectiva y dispuso concederle la libertad para Agustín Goycochea después de haber permanecido 100 días detenido. Entre las restricciones ordenadas, el camarista requirió que el imputado firme semanalmente en la Oficina de Gestión Judicial de San Lorenzo; tenga prohibición de acercamiento en un radio no menor a 500 metros del domicilio de la víctima y prohibición de mantener contacto por cualquier otro medio; fijar residencia y prohibición de salir del país.

Cuatro meses después, Goycochea pagó una fianza de 50 mil pesos para permanecer en libertad bajo ciertas restricciones. Así lo resolvió el juez Eugenio Romanini en la audiencia en la cual el fiscal Carlos Ortigoza expuso resultados de las pruebas genéticas realizadas al imputado y a la propia víctima.

En aquella audiencia, el fiscal Ortigoza informó que el resultado de las muestras de ADN dieron positivo; es decir que se hallaron rastros genéticos de Goycochea en prendas íntimas y en zona genital de la víctima, precisaron fuentes judiciales.

Ortigoza volvió a solicitar la prisión preventiva para Goycochea hasta la realización de la audiencia preliminar al juicio, luego de que a principios de noviembre el juez Salvador resolvió otorgarle la libertad con restricciones.

En agosto de 2020 habían imputado a Agustín Goycochea por el hecho ocurrido el 6 de julio entre las 0.30 y las 5.45 horas en un departamento de Santiago del Estero 1800, donde abusó sexualmente de la víctima.

Según la investigación, el amigo de la chica aprovechó que ella no pudo consentir libremente las acciones debido al estado de ebriedad que presentaba. En cierto momento, Carolina alcanzó a asimilar la situación, le reprochó su conducta a Agustín y lo echó de su casa. Desde entonces, la sanlorencina reclama justicia.

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