El gobierno nacional apuesta evitar que al alivio del Impuesto a las Ganancias para los trabajadores, cuyo proyecto fue anunciado y ya ingresado en el Congreso Nacional, se convierta en un agujero fiscal de $ 40.000 millones.
Para esto, junto con esa iniciativa del oficialismo que busca liberar del pago de este impuesto a los empleados que cobran hasta $150.000 brutos, se debatirá otro proyecto que deja en suspenso las rebajas de las alícuotas de Ganancias para las empresas, tal como se estableció en la reforma impositiva llevada adelante por el macrismo en 2017.
La intención entonces es que dicha suspensión financie ese agujero fiscal; ergo, la Nación anuncia una medida que tendrá rédito pol´tico a costa del sector privado.
En la iniciativa se apunta a aquellas empresas que tuvieron “alta rentabilidad” durante la pandemia.
Concretamente, se dejará en suspenso la rebaja de alícuotas que debía regir para este año. Tras esa refirma de 2017, operó una primera rebaja que pasó de una carga tributaria de 35 por ciento, al 30. Y este año debía imponerse una segunda para pasar de ese 30 al 25 por ciento.
Este paso es, justamente, el que ahora e busca dejar en suspenso.
Además, se aumentará del 7 al 13 por ciento la alícuota de Ganancias para las utilidades distribuidas por los socios de las empresas. En la reforma de 2017 se había establecido que esa alícuota subiría de forma gradual, pero ahora intentan que, de una sola vez, pase a su registro más alto.
Este proyecto, como el de la suba del mínimo no imponible en los salarios para evitar el pago de Ganancias, se tratarán juntos durante una misma sesión legislativa.
Fuente: Clarín
