A través de las redes sociales, una protectora de animales domiciliada en Granadero Baigorria se enteró que una perra iba a ser sometida a ritos satánicos, por lo que no dudó en salir en su ayuda y rescatarla de semejante horror.
El acto salvaje tenía lugar en Rosario, y hacia allá fue. Se trataba de una especie de macumba.
El animal, de nombre Giadalupe, tenía agujas clavadas en su panza, le habían sacado las uñas y además sus ojos estaban quemados. También le faltaban sus dientes.
A su lado halló una bolsa que contenía sangre y que, presuntamente, formaba parte de tan repudiable ritual.
“Estaba rodeada de ofrendas. No es la primera vez que vemos algo así”, confió la proteccionista.
La intervención de Débora, junto a otras personas que la acompañaron, permitió salvarle la vida a la perrita. Ahora será la Justicia la que actúe contra esos bárbaros.