a Unidad Regional XVII, que abarca el departamento de San Lorenzo, vuelve a ser el epicentro de un problema que parecía resuelto. A un año de que el gobernador Maximiliano Pullaro dispusiera el vaciamiento de detenidos en comisarías y Unidades Regionales para optimizar la labor policial, la región enfrenta nuevamente una saturación de presos. Este escenario llevó a que, por segunda vez en menos de doce meses, se realizara un traslado masivo de reclusos al sistema penitenciario provincial.
En esta oportunidad, diez detenidos fueron derivados, entre ellos una peligrosa banda criminal dedicada a robar a adultos mayores en la región. Este grupo había sido desarticulado gracias al accionar de las fuerzas locales, evidenciando la eficacia policial, pero también reflejando la recurrencia del delito y la insuficiencia del sistema para contenerlo.
El ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, reconoció la gravedad del problema y destacó que “la reincidencia delictiva y la falta de capacidad en los penales provinciales generan un ciclo que pone a prueba los recursos policiales”. Aunque la política de Pullaro logró en su momento liberar a las comisarías de la tarea de custodia, el regreso de los detenidos en grandes cantidades plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de estas medidas a largo plazo.
San Lorenzo, como otras ciudades del cordón industrial, es una región clave donde la acción policial enfrenta desafíos constantes. El traslado masivo de detenidos se acompaña de operativos de control y refuerzo de seguridad, pero la saturación de presos refleja una problemática más profunda: la necesidad de ampliar la capacidad del sistema penitenciario y de implementar políticas preventivas más eficaces.
Para las comunidades locales, este segundo traslado masivo genera alivio temporal, pero también pone en evidencia que la lucha contra el delito sigue siendo una tarea pendiente. Mientras tanto, los habitantes esperan que estas medidas se traduzcan en mayor tranquilidad y seguridad en las calles.
El gobierno provincial tiene ante sí el desafío de equilibrar la eficacia policial con soluciones estructurales que permitan romper con el ciclo de saturación en las comisarías y reincidencia delictiva, reafirmando su compromiso de priorizar la seguridad de todos los santafesinos.
