La quema intencional de autos en Ricardone, un hecho completamente inusual para la tranquila localidad del Cordón Industrial, generó preocupación entre vecinos y autoridades. En menos de 48 horas, dos vehículos fueron incendiados durante la madrugada, en situaciones que hasta el momento no tienen detenidos ni imputaciones y que ocurrieron en espacios públicos.
El temor no es solo por el hecho delictivo en sí, sino por la posibilidad de que estos atentados tengan motivaciones políticas, en un contexto en el que Ricardone —como todas las comunas de la provincia— está inmersa en una campaña electoral intensa rumbo al 30 de junio. SL24 dio a conocer esta situación en exclusiva, y ahora fue la propia Comuna la que se expresó públicamente a través de un comunicado que apunta a una demanda urgente: reforzar la presencia policial.
“Las herramientas que ponemos a disposición de las fuerzas de seguridad para colaborar en su trabajo de prevención no son suficientes si no se suma personal y medios policiales ante esta inusual situación”, expresaron desde el Ejecutivo comunal, que viene reforzando la Guardia Urbana, cámaras de seguridad y luminarias LED.
La presidenta comunal confirmó que ya mantuvieron una reunión con el comisario Gustavo Rapuzzi, interventor de la Unidad Regional XVII, para insistir en la necesidad de más patrullajes, operativos y recursos humanos. También se puso en conocimiento a otros responsables del Ministerio de Seguridad provincial.
En paralelo, la Comuna se solidarizó con los vecinos damnificados, acompañándolos a radicar las denuncias policiales y facilitando el contacto con las autoridades. La postura oficial es clara: no se va a permitir que la violencia contamine el clima democrático de cara a las elecciones.
“Una de las principales características de nuestro pueblo es la tranquilidad. Tranquilidad que vamos a defender, realizando todo lo que esté a nuestro alcance, tanto desde lo político como lo técnico”, concluye el comunicado.
Mientras tanto, la causa judicial sigue sin avances públicos y los vecinos reclaman explicaciones. La pregunta que circula con fuerza en Ricardone es simple pero incómoda: ¿fue un hecho aislado o un mensaje con segundas intenciones?