La crisis educativa volvió a golpear a Ricardone. A dos meses de que inicie el ciclo lectivo 2026, al menos 25 familias siguen sin saber si sus hijos podrán comenzar la escuela secundaria. La falta de vacantes en la Agrotécnica y en el Anexo local —las únicas dos opciones públicas del pueblo— dejó a decenas de alumnos en listas de espera que llegan a posiciones imposibles: 29, 40, 70 y hasta más de cien lugares en otras escuelas de la región.
La situación, lejos de ser nueva, ya había estallado en 2024, cuando varias familias debieron judicializar el acceso a la educación para que sus hijos fueran admitidos. Este año el escenario se repite, pero con un agravante: el Ministerio de Educación eliminó la prioridad para alumnos del pueblo. Ahora Ricardone compite en igualdad de condiciones con toda la región, pese a tener apenas cuatro frecuencias de colectivo por día y quedar prácticamente aislado en tiempos de cosecha.
“Nos dicen que esperemos hasta febrero, pero faltan días para que inicien las clases. No sabemos dónde van a estudiar nuestros hijos”, expresó Valeria, una de las madres que encabezó las gestiones ante el Ministerio. Las familias intentaron presentar notas formales, pero —según denunciaron— la supervisión no quiso recibir la documentación y la situación quedó sin respuestas.
Los padres remarcan que el conflicto no se reduce a un aula chica o un edificio saturado. Señalan que el Ministerio no habilita nuevos cargos docentes ni la apertura de cursos que permitirían absorber la demanda local. Incluso el quinto año del Anexo, necesario para que los alumnos actuales puedan egresar en 2026, tampoco está garantizado.
El problema se agrava con la falta de transporte: quienes no consigan un banco en Ricardone deberán viajar a San Lorenzo o Beltrán, pero la escasez de colectivos hace imposible una rutina escolar razonable. “Un chico tendría que salir a las seis de la mañana y volver a las tres de la tarde. Y si no tenés auto, no hay otra opción”, reclamaron.
Las familias ya anticipan que, si no hay una respuesta concreta del Ministerio, avanzarán con medidas de fuerza. Entre las opciones planteadas está el corte de la ruta que atraviesa la localidad, hoy saturada por el desvío de camiones por obras en autopista y en la Ruta 10. “Un corte de quince minutos acá genera un caos. Tal vez sea la única manera de que alguien nos escuche”, advirtieron.
Mientras tanto, el ciclo lectivo avanza hacia una cuenta regresiva que deja a un pueblo entero con una pregunta urgente y sin respuesta: ¿dónde van a estudiar los chicos de Ricardone en 2026?
