Información Regional. El incidente ocurrió hace dos semanas cuando la dueña de la moto, una 110 azul, la tenía estacionada en su patio. Los ladrones aprovecharon un descuido y se llevaron el vehículo mientras la propietaria estaba en la piscina. Desesperada por recuperar su moto, la mujer publicó la foto en Facebook con su número de teléfono.
La situación dio un giro inesperado cuando empezaron a recibir llamadas de supuestos presos que exigían dinero para evitar que desarmaran la moto. Movida por la angustia, la víctima realizó transferencias por un total de 30 mil pesos. Sin embargo, ante las crecientes dudas sobre la autenticidad de las llamadas, decidieron buscar la moto por sus propios medios. Finalmente, lograron localizar el vehículo en un barrio de Puerto San Martín y recuperarlo sin la intervención de las autoridades. Este insólito caso destaca la vulnerabilidad de las víctimas frente a estafas telefónicas, generando una experiencia única en la búsqueda y recuperación de la moto robada.]]>