Rossi ve presiones para devaluar y Binner le teme a una hiperinflación

El dólar volvió a enfriarse ayer en el mercado paralelo pero se recalienta la pelea política que dispara el valor de moneda estadounidense. Un día después de que el senador Aníbal Fernández


El dólar volvió a enfriarse ayer en el mercado paralelo pero se recalienta la pelea política que dispara el valor de moneda estadounidense. Un día después de que el senador Aníbal Fernández advirtiera a los argentinos que «deben comenzar a pensar en pesos», los referentes legislativos del oficialiismo salieron a respaldar su posición.

El santafesino Agustín Rossi denunció además que el 10 por ciento de la población que atesora en dólares está presionando para forzar una brusca devaluación del peso. Otro santafesino, el ex gobernador Hermes Binner, consideró que es el gobierno el que busca desvalorizar la moneda nacional y subrayó que quienes compran dólares lo hacen para defender en una economía inflacionaria. Tan inflacionaria, dijo, que incluso aseguró que las políticas oficiales podrían llevar en el corto plazo a una hiperinflación. Y otro exponente de la provincia, el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, completó el combo exaltador al advertir que la protesta agraria contra las reformas fiscales en las provincias podrían derivar en un conflicto nacional.

En medio de la caída generalizada de los mercados internacionales, por el recrudecimiento de la crisis financiera en España, los conflictos políticos se instalan en Argentina en el territorio de la puja distributiva. El ex viceministro de Economía y actual diputado por el Frente para la Victoria, Roberto Feletti, lo expuso claramente al asegurar que la política oficial apunta a la pesificación de la economía en el marco de un régimen de flotación administrada del tipo de cambio, que combina con medidas de protección a la industria para consolidar las barreras de defensa contra la tormenta financiera internacional.

Durante el mismo día, la ministra de Industria, Débora Giorgi, advirtió a los empresarios del sector manufacturero que la administración del comercio exterior es para que invrietan y sustituyan importaciones, y no para que tengan una «vaca atada» que les permita stockear insumos y subir precios. Al menos en las declaraciones oficiales, dirigente fabriles como el titular de Adimra (metalúrgicos), Juan Lascurain, respaldaron las medidas tomadas para defender la economía local de las turbulencias externas.

El jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, defendió ese esquema al emparentar el «éxito económico inédito» de esta etapa de la Argentina está fundado en el cuidado «de la competitividad de la moneda con un sistema de flotación» del dólar «enormemente exitoso».

El funcionario formuló esa apreciación durante la presentación que realizó en el Congreso, donde entre otros temas polémicos, los legisladores opositores denunciaron la caída de los recursos de la coparticipación a las provincias. Dólar, inflación, actividad, coparticipación y crisis fiscal forman parte del laberinto de conflictos que se tejen en la actualidad política, con mayor o menor anclaje en la realidad.

Mientas las entidades rurales prometen convertir las reformas fiscales provinciales en un conflicto nacional, Hermes Binner volvió a quejarse ayer de la centralización de ingresos en el Estado central y la asfixia sobre las provincias. Pero también cargó contra las restricciones a la compra de dólares. Si bien consideró que es un objetivo loable el de pesificar la economía, dijo que el público tiene derecho a comprar divisas, sobre todo porque «tiene desconfianza» en el rumbo del país. Denunció además que el mismo gobierno impulsa una devaluación y advirtió que con el plan oficial «vamos a una hiperinflación en el corto plazo».

El kirchnerista Agustín Rossi, en cambio, instó a «acostumbrarse a imaginar una Argentina en pesos y no en dólares», y aseguró que el gobierno con sus medidas está defendiendo al «90 por ciento» del país que no puede ahorrar en moneda estadounidense y se vería perjudicado por una devaluación.

Fuente: La capital

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