Caso Perassi

Roxana Michl: «Yo soy inocente y no me voy a cansar de repetirlo»

Por primera vez la ex esposa de Gabriel Strumia, aún detenido por el asesinato de Paula Perassi, rompió el silencio y habló con la prensa. "Igual que (Alberto) Perassi yo también soporto un calvario", indicó


Roxana Michl estuvo detenida varios años por la desaparición de la sanlorencina Paula Perassi, hecho ocurrido en septiembre de 2011.

Fue la esposa de Gabriel Strumia, el amante de la joven madre asesinada, en el momento del hecho. Y la Justicia la halló partícipe de la desaparición de la mujer y posterior aborto que le provocó su muerte.

Por primera vez, Michl habló con la prensa y lo hizo con Telefe Noticias de Rosario.

«Yo soy inocente, es la verdad y no me voy a cansar de decirlo», expresó en relación al fallo judicial que la encontró culpable.

«Igual que (Alberto) Perassi yo también soporto un calvario», indicó sobre el padre de la desaparecida y asesinada mujer.

Consultada sobre la infidelidad provocada por el entonces su marido, dijo que aún no tuvo tiempo de plantearlo. «Es un tema que necesitamos hablar en algún momento. Cuando yo me enteré (de su infidelidad) ya estábamos con allanamientos en la casa; tenía a mis hijos muy chicos y tenía que procesar todo lo que estaba pasando, primero yo, y también procesarlos para ellos», indicó.

También hizo mención a los insistentes llamados telefónicos que se cruzaron, dando una versión hasta ahora poco conocida. «El día en que ocurrió la desaparición de Paula Perassi estuvimos (ella y Strumia) todo el día trabajando en la pileta; íbamos y veníamos en busca de lajas y en en uno de esos recorrido Gabriel -Strumia- perdió su teléfono celular», describió.

«Lo que hicimos en ese momento fue llamarlo para escuchar el timbre y darnos cuenta donde estaba, por eso aparecen reiterados llamados», explicó acerca de una de las versiones que aportó la Fiscalía.

También se explayó sobre el aborto de Paula, hecho por el que Michl fue sindicada como cómplice. «Yo no sabía que estaba embarazada y él siempre me dijo que también lo ignoraba. Sobre esa complicidad que se me achacó, la Fiscalía nunca pudo demostrarlo durante el juicio».

Por último apostó porque la verdad del caso «salga a luz».

 

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