El juez federal de Rosario Gastón Salmaín eligió un formato inusual para un magistrado en ejercicio: una entrevista radial extensa, en vivo, y con repreguntas, en el programa “Vale Doble” de Radio UNR, conducido por el periodista judicial Rodrigo Miró. Allí negó de manera categórica las acusaciones que lo tienen bajo investigación y se presentó como víctima de una avanzada “de inequívoca naturaleza política”, con episodios que —según su relato— incluyen causas iniciadas por notas periodísticas, filtraciones a medios y el uso “serial” de un imputado colaborador.
La entrevista se conoce en un contexto caliente para la Justicia Federal rosarina, con un año atravesado por investigaciones a jueces y un clima de hiperexposición pública. En ese marco, Salmaín fue indagado por presunta corrupción vinculada a una maniobra de acceso al MULC (Mercado Único y Libre de Cambios) durante el cepo, a partir del expediente conocido como Attila, donde el Ministerio Público Fiscal lo investiga junto al financista Fernando Whpei y el escribano Santiago Busaniche.
La acusación central: Attila, 10 millones de dólares y el rol de Whpei
Según informó el propio MPF, el caso se vincula a una cautelar que habría permitido a Attila Fideicomiso/Attila Fideicomisos SRL acceder al MULC para comprar hasta US$ 10 millones y transferirlos al exterior. En esa línea, medios nacionales describieron que la imputación apunta a un presunto esquema para aprovechar la brecha cambiaria y que la sospecha incluye un supuesto pedido de coima asociado a la operatoria.
En la entrevista, Salmaín negó esa hipótesis de plano y cargó contra el origen probatorio: la declaración del financista Fernando Whpei en calidad de imputado colaborador. El juez lo definió como un “imputado colaborador” que busca mejorar su situación procesal y sostuvo que “todo lo que dice lo inventa para no ir preso”, planteando que sus dichos no se sostienen con evidencias objetivas como mensajes, llamados, registros o coincidencias de antenas.
En paralelo, el MPF informó que, además de la investigación principal, planea avanzar con otra imputación por “abuso de autoridad” vinculada a un episodio posterior, lo que refuerza que no se trata de un único frente judicial.
“Persecución política” y una denuncia basada en una nota periodística
Salmaín ubicó el inicio de lo que denomina “persecución” en julio, cuando —según relató al aire— el fiscal federal Federico Reynares Solari habría impulsado una denuncia a partir de una nota periodística de La Política Online sobre el fuero previsional y presuntas maniobras de direccionamiento. Esa secuencia (nota periodística → denuncia fiscal) fue presentada por el juez como “inédita” y como parte de un armado.
En ese tramo, defendió su desempeño en previsional con un argumento técnico: el incremento de montos en embargos se explicaría por la aplicación de criterios de intereses moratorios, adoptados por la Cámara, y no por una connivencia con estudios jurídicos, negando contactos o vínculos personales con abogados litigantes.
Busaniche, filtraciones y el episodio del “allanamiento” publicado antes
Otro eje fuerte de la entrevista fue la denuncia de Salmaín sobre filtraciones. Dijo que Clarín publicó que lo habían allanado cuando, según su versión, ese allanamiento no se concretó ese día, y lo usó como ejemplo del “periodismo que se entera antes” de movimientos de expediente.
En el mismo bloque, habló de una “tercera causa” en Rosario que —según explicó— se habría originado por el envío de un oficio para poder reconstruir acceso a sistemas y credenciales luego de un secuestro de teléfono, y que eso derivó en una imputación por abuso de autoridad. Ese punto aparece conectado con lo que el MPF también comunicó públicamente respecto de una nueva imputación por abuso de autoridad.
Respecto del escribano Santiago Busaniche, Salmaín reconoció conocerlo, pero negó cualquier irregularidad y cuestionó que se lo ubique como pieza central de un esquema delictivo. En la investigación, Busaniche aparece mencionado como imputado junto al juez y Whpei.
El “juez que habla”: una decisión política en sí misma
La entrevista dejó una escena rara para el estándar judicial: un juez federal explicando su línea defensiva, hablando de cámaras que revocan cautelares como un hecho rutinario, discutiendo lógica de expedientes y defendiendo su accionar con un relato de cronología, técnica procesal y denuncia institucional.
Miró le preguntó si podía terminar como el ex juez federal Marcelo Bailaque (renuncia y causas penales en curso). Salmaín respondió que “no existe la más remota posibilidad”, argumentando que las causas “no tienen verosimilitud” y que están montadas sobre inventos.
