La Municipalidad de San Lorenzo da otro paso en su política de seguridad vial al decidir la instalación de grandes espejos en cuarenta ochavas de al ciudad.
Con ello, apuesta a mejorar las condiciones para una «circulación vehicular más segura», admitieron.
En esta estrategia, vale incluir la instalación de reductores de velocidad plásticos en varias arterias, reemplazando con ello a los «lomos de burro», pero también, para marcar la división en aquellas principales calles con doble mano de sentido; tal los casos de Dorrego y San Martín, esta última, en su extremo norte lindante con Puerto San Martín.
Para esta etapa, la Municipalidad dispondrá la colocación de cuarenta espejos, tanto en el área céntrica como también en diferentes barrios
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