San Lorenzo parece haberse convertido en el campo de acción de un ladrón con gustos muy específicos. Primero fue una puerta de aluminio, luego un inodoro, y ahora, en un sorprendente giro de eventos, una hormigonera se sumó a la lista de materiales de construcción sustraídos. ¿Qué sigue? ¿El plano de una casa?
Todo comenzó con aquel peculiar incidente donde dos jóvenes fueron detenidos por intentar robarse una puerta de aluminio y una mochila de baño. Parecía un intento por decorar una casa portátil. Pero no conformes con ese curioso botín, días más tarde, un intrépido ladrón se adueñó de un inodoro y hasta un plafón de luz, como si planeara renovar un baño clandestino. Ahora, como si fuera la tercera fase de este insólito “proyecto”, otro delincuente fue aprehendido en pleno robo de una máquina hormigonera.
A las 5:40 de la mañana, el personal del Comando Central fue alertado por el 911 acerca de un individuo que estaba abriendo un contenedor en la intersección de las calles Islas Malvinas y Santiago del Estero. Allí, lo que parecía un ladrón común, resultó ser un amante del cemento, ya que fue sorprendido caminando por la calle con una hormigonera a cuestas.
Cuando el joven de 26 años se percató de la presencia policial, dejó la hormigonera abandonada –sin terminar de mezclar el cemento– y emprendió una fuga por las vías férreas. Después de una breve persecución, los oficiales lograron detenerlo en un terreno baldío de calle Entre Ríos al 1500, donde fue trasladado junto al “valioso” botín a la Comisaría 1ra.
Con este último golpe, ya tenemos una puerta, un inodoro, una hormigonera… Parece que solo falta que alguien se lleve un arquitecto para completar la obra. Afortunadamente, el accionar policial ha evitado que estos robos terminen en un nuevo edificio clandestino en algún rincón de la ciudad.