“Esto se defiende a las piñas, hay que usar más los puños y menos los codos para salir en la foto. Esto termina mal porque es el mismo proyecto del liberalismo argentino de Martínez de Hoz”. La frase la dijo Eduardo Toniolli, diputado nacional del Movimiento Evita, durante su participación en el programa “Gelatina”. Y generó alarma y rechazo.
La preocupación es especialmente fuerte en San Lorenzo, donde Toniolli estuvo caminando las calles días atrás junto a Esteban Arico y Martín Cerdera, los principales referentes del peronismo local. La coincidencia entre su visita y sus declaraciones encendió las luces de alerta en la región, una zona que históricamente se mantuvo al margen del caos y la violencia política.
“Esto se defiende a las piñas, hay que usar más los puños y menos los codos para salir en la foto. Esto termina mal porque es el mismo proyecto del liberalismo argentino de Martínez de Hoz”, dijo @eduardotoniolli en Gelatina. pic.twitter.com/ghdXXc4zZY
— Gelatina (@somosgelatina) June 11, 2025
Las expresiones de Toniolli no fueron las únicas. El senador nacional Mariano Recalde también se sumó al tono incendiario, al afirmar que “esto termina en un estallido social”. Nadie explica qué significa ese final anunciado, pero la experiencia argentina tiene demasiados muertos y cicatrices como para ignorar estas advertencias.
En este contexto, Arico y Cerdera —candidatos a concejales por la lista kirchnerista— tienen una responsabilidad política clara: evitar que el conflicto nacional escale en el territorio local. A pocos días de las elecciones del 29 de junio, las calles de San Lorenzo deberían ser un espacio de campaña, no de confrontación.
Desde sectores comerciantes y vecinales ya se manifestaron preocupaciones ante posibles movilizaciones desbordadas en la zona céntrica, como la esquina de los bancos, donde suelen darse expresiones políticas. La consigna es clara: que la grieta no se traduzca en rotura de vidrieras.
Ninguno de los referentes del kirchnerismo local salió públicamente a rechazar los dichos de Toniolli o Recalde. El silencio se lee como complicidad. Y en una región marcada por la tranquilidad institucional, el silencio también puede ser violencia.
SL24 consultó a fuentes del ámbito empresarial y político local, quienes coincidieron en que “la dirigencia tiene que dar el ejemplo y garantizar paz social. No se puede importar la locura de Buenos Aires al interior productivo”.
En tiempos donde las tensiones están al rojo vivo, San Lorenzo necesita liderazgo sereno, no agitadores encubiertos detrás de pancartas.