En Argentina se estima que hay más de 130 mil nuevos casos de cáncer por año, siendo los más frecuentes los de mama, colon y pulmón. La mayoría de los tumores poco frecuentes están ubicados en órganos diferentes y generan síntomas variados en los pacientes, quienes ven afectada su vida de manera distinta. Sin embargo, a muchos los une que es la misma alteración genética del tumor la que favorece su desarrollo y crecimiento.
En medicina, la investigación en oncología es una de las áreas que más avanza y acaba de aprobarse en nuestro país la droga entrectinib, una nueva terapia ‘agnóstica de tumor’, es decir, que no está indicada para uno o más tipos determinados de cáncer, como es habitual, sino que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) la autorizó para cualquier tipo de tumor sólido.
Su uso está destinado a tumores que presenten alteraciones genéticas específicas (que técnicamente se denominan “fusiones”) en los genes NTRK1, 2 y 3. Las alteraciones genéticas como éstas se determinan mediante estudios moleculares que se realizan en el país.
“Lo innovador y más original es que no está aprobada para uno, dos o cinco tipos de cáncer. Se indica para inhibir las alteraciones de los genes NTRK que favorecen el crecimiento de algunos tumores, independientemente de si estos se alojan en el cerebro, en la mama, en el colon o donde sea. Entonces, todo paciente que se realice un testeo molecular y presente alguna fusión de los genes NTRK podría beneficiarse con esta terapia”, sostuvo el doctor Claudio Martín (MN N° 82.958), médico oncólogo, Jefe de Oncología Torácica del Instituto Alexander Fleming.
La fusión de alguno de los tres genes NTRK está presente en hasta el 90% de los tumores poco frecuentes. Puede darse en sarcomas, glioblastoma, cáncer de páncreas, pulmón, mama, melanoma, cabeza y cuello, incluyendo tiroides, y colorrectal, entre otros.
El especialista explicó que si bien en el mundo de la oncología cada vez más se profundizan las subespecialidades según el órgano afectado, “los nuevos tratamientos ‘agnósticos’ dan vuelta ese paradigma porque hacen que se evalúen o dirijan las terapias por la alteración molecular del tumor, la que puede aparecer en distintos órganos, glándulas y tejidos”.
La llegada de estas innovadoras opciones de tratamiento agnóstico representa un cambio fundamental en la forma en que se piensa el cáncer: desde el diagnóstico, el diseño de estudios clínicos y la priorización de medicamentos.