La cosecha de soja logró tomar impulso y aceleró su paso, respondiendo a una mejora en las condiciones climáticas. Los datos oficiales indican que se recolectó soja en el 77% del área sembrada. No obstante, la recolección de la oleaginosa aún muestra un importante retraso respecto de los datos históricos, siendo que en la misma fecha del año anterior se registraba un avance del 81 por ciento, en tanto el promedio de los últimos cinco años se ubica en el 85 por ciento.
Los días de lluvias y alta humedad que retrasaron la cosecha se visibilizan en la calidad de la mercadería, siendo que algunos lotes se levantaron con excesos de humedad en grano, y en muchos casos se han reportado granos manchados y dañados. Aun así, el mayor ritmo de recolección observado en las últimas semanas ha dinamizado la comercialización de la oleaginosa en el mercado interno.
Según los datos de la Secretaría de Bioeconomía, en las primeras dos semanas de mayo las compras internas de soja totalizaron 2,5 millones de toneladas, lo que indica una comercialización semanal promedio de 1,3 milllones. Esto difiere enormemente de la situación que se observaba en abril, cuando la comercialización semanal promedio alcanzaba apenas las 600 mil toneladas.
La mejora en la cotización de la soja también llevó a que durante las dos primeras semanas del mes se fijara precio para 2,6 millones de toneladas de mercadería. En consecuencia, al 15 de mayo el 33 por ciento de la cosecha estimada de 50 millones de tonelada ya se encontraba vendida en el mercado local, y la proporción de mercadería con precio ascendía al 14 por ciento, aún por detrás de los datos históricos.
Mientras que la disponibilidad de suministros y el mayor dinamismo comercial de la oleaginosa de las últimas semanas, impulsan el traslado de granos hacia la zona portuaria del Up-River, región donde no sólo la mercadería tiene como destino la exportación sino porque se concentra cerca del 80 por ciento de la capacidad de procesamiento de plantas de granos de nuestro país. Sólo en lo que va de mayo, ingresaron al Gran Rosario más de 116.100 camiones con soja, lo que arroja un promedio diario de más de 5.500 camiones.
Cabe destacar que la mayor disposición de mercadería favorece principalmente a la industria aceitera que durante el año 2023 registró el menor volumen de molienda en 19 años debido a la brutal sequía que marcó la campaña previa. En este 2024, el panorama resulta más alentador.
Ya que según datos oficiales, el crushing de soja del mes de abril ascendió a 3,8 millones de toneladas marcando un incremento del 33 por ciento respecto del mismo mes del año anterior, e incluso ubicándose un 3 por ciento por encima del promedio mensual del último lustro. La molienda acumulada durante el primer cuatrimestre del año totalizó entonces 11,2 millones de toneladas y considerando las estimaciones de Oil World para el mes de mayo, el crushing alcanzaría 15,3 millones de tonelada hacia finales del quinto mes del año, en línea con el promedio histórico.
Mientras que la elevada molienda de abril se corresponde con un considerable volumen de importaciones. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), durante el cuarto mes del año se realizaron compras al exterior por 750.000 toneladas de poroto de soja, lo que representa la quinta parte del volumen de soja procesado. Del total importado, el 93 por ciento provino de Paraguay, el 6 por ciento desde Brasil, y el restante 1 por ciento desde Bolivia.