PREOCUPACIÓN

Se ven los efectos de la sequía: las exportaciones de maíz temprano pueden caer 40%

Avanza con lentitud el anote de DJVE de maíz a pesar de que se amplió el volumen de equilibrio hasta 20 Mt. Se espera menor disponibilidad de dólares en los próximos dos meses.

La sequía continúa impactando fuerte sobre la producción agrícola y la macroeconomía argentina. A las cuantiosas pérdidas previstas para la soja, de alrededor de 10 millones de toneladas respecto al año pasado, se espera se sume también una fuerte merma en la cosecha de maíz y con mayor fuerza en el cereal temprano, es decir, aquel que se implanta primero y comienza a exportarse a partir de marzo y abril. En este contexto, la proyección que la sequía de dólares se prolongará también durante los próximos dos meses.

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, la sequía impactó en un cambio en los patrones de siembra, menor área sembrada y una caída en rendimientos. En términos generales, este año habrá menos maíz en general, pero también un cambio en el patrón estacional de disponibilidad de grano, con una proporción muy pequeña para consumir y exportar en marzo/abril (maíz temprano) en relación con lo cosechado en julio/agosto/septiembre (maíz tardío o de segunda).

“La campaña gruesa 2022/23 avanza con importantes complicaciones por la sequía, tanto por las dificultades que se generaron al momento de las siembras, como por las caídas en las estimaciones de rindes que afecta a la soja y al maíz. En el caso del cereal solo el 19% del área fue siembra de maíz temprano, el menor avance relativo de labores en la historia. Al mismo tiempo, se estima una caída del 15,5% en área sembrada de maíz comercial y un rinde nacional por debajo del año previo, lo cual redunda en una producción estimada al mes de febrero de 42,5 millones de toneladas; es decir, 8,5 millones de toneladas menos que el ciclo previo. De esta forma, la sequía impactó en un cambio en los patrones de siembra, menor área sembrada y una caída en rendimientos. En términos generales, este año habrá menos maíz en general, pero también un cambio en el patrón estacional de disponibilidad de grano, con una proporción muy pequeña para consumir y exportar en marzo/abril (maíz temprano) en relación con lo cosechado en julio/agosto/septiembre (maíz tardío o de segunda)”, advierten los especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario.

“Si se analiza la estacionalidad en el anote de DJVE de maíz según el promedio de las últimas 3 campañas, previo al comienzo del ciclo comercial en marzo se suele comprometer el 57% de lo previsto embarcar en todo el ciclo comercial. Esta ratio queda por encima del avance registrado actualmente en la campaña 2022/23, con un 38%. Por otro lado, se destaca que hay un pico estacional en el anote de DJVE hacia el mes de mayo y julio. Siguiendo la tendencia de los últimos años, al finalizar julio ya se encuentra comprometida casi la totalidad de las previsiones de embarques de todo el ciclo productivo, alrededor del 86%”, agregan.

En las últimas campañas el anote de DJVE se encuentra afectado por el establecimiento de cupos o “volúmenes de equilibrio” que se van actualizando a medida que se tienen mayores certezas sobre producción y “saldo exportable” según visión de las autoridades oficiales. De esta forma, en el caso del maíz 2022/23 tras la habilitación del cupo por 10 Mt en mayo no se generó un masivo anote de ventas externas. Al mismo tiempo, tras expandirse hasta 20 Mt a comienzos de noviembre, hubo algún anote extra los primeros días para embarque de maíz tardío, pero prácticamente no se siguió avanzando con rapidez, y actualmente se registra un total de ventas externas anticipadas de maíz de sólo 10,45 Mt. Es decir, “prevalece la cautela ante la incertidumbre existente respecto a qué sucederá finalmente con la sequía y el volumen de producción, así como también por potenciales cambios en el esquema de incentivos comerciales”, advierten desde la institución rosarina.

A su vez, en cuanto al valor de exportaciones de maíz, para todo el ciclo 2022/23 la Bolsa de Comercio de Rosario proyecta un total de u$s7.553 millones, con una merma estimada de u$s1.655 millones respecto a la campaña previa. Por su parte, respecto al valor FOB de las exportaciones de maíz temprano entre marzo y junio la estimación se ubica en u$s2.497 millones en comparación a los u$s3.719 millones alcanzados para igual período del año 2022. De esta forma, se estima una caída de 32,8%. “En tanto, se espera una compensación parcial por precios de exportación, aunque no alcanzaría para alcanzar el valor exportado el año previo”, concluyen.

En definitiva, para la campaña 2022/23, se espera un volumen muy bajo de exportación en comparación con los últimos ciclos comerciales, previendo exportaciones por 8,7 Mt entre marzo y junio que corresponde principalmente a producción temprana, muy por detrás de las 15 Mt exportadas en igual período del ciclo 2021/22. Por otro lado, el pico de exportación podría ser en julio con un volumen importante de 4,6 Mt, levemente por debajo del pico alcanzado en dicho mes el año previo con 5 Mt. Es decir, “las exportaciones 2022/23 de maíz serían más bajas y comenzarían con gran lentitud en términos generales. El volumen a exportar en la nueva campaña 2022/23 sería 27,5 Mt, un mínimo desde la sequía registrada en el ciclo 2017/18”, alertan los especialistas.

5