En medio de una fuerte polémica nacional por el aumento de sueldos de los senadores, que llevaba la dieta parlamentaria a cifras cercanas a los 9 millones de pesos mensuales, el senador nacional por Santa Fe, Eduardo Galaretto, fue uno de los primeros en rechazar el incremento de manera formal.
A través de una nota dirigida a la Presidencia del Honorable Senado de la Nación, Galaretto manifestó su voluntad de no aplicar a su salario el reajuste establecido en el artículo 1º del Decreto Nº 0344/25, firmado el pasado 4 de junio. El legislador, oriundo de San Lorenzo, fundamentó su decisión en el compromiso con la austeridad y la necesidad de dar el ejemplo en un contexto económico crítico para millones de argentinos.

“Es un gesto que hay que hacer. No se puede estar hablando de ajuste y recorte mientras algunos sectores de la política se autoasignan cifras que están completamente fuera de la realidad”, señalaron fuentes cercanas al senador.
Galaretto no fue el único en bajarse del aumento: la senadora nacional Carolina Losada también presentó su renuncia al reajuste, sumándose a una corriente de legisladores que buscan desmarcarse del creciente rechazo social ante los privilegios de la clase política.
En San Lorenzo, la noticia generó un fuerte impacto y fue bien recibida por vecinos y dirigentes que esperaban señales de empatía desde el Congreso.

En un momento donde la agenda pública está marcada por la tensión social, los recortes en áreas sensibles y la presión impositiva, el gesto de Galaretto se vuelve una referencia para otros representantes del Cordón Industrial y la provincia de Santa Fe.
Mientras algunos discuten los alcances del “costo político”, Galaretto elige hacer silencio, pero con una nota formal que marca postura. Renunció al aumento. Y lo hizo primero.