Las consecuencias de la sequía que afecta a buena parte del territorio nacional, y particularmente a la provincia de Santa Fe, son devastadoras. En el norte de la bota se multiplican las imágenes más tristes: lagunas sin agua, cultivos quemados por el sol y animales que no pueden sobrevivir a esta cruda situación.
El periodista de Radio Amanecer de Reconquista, Gastón Bais, hizo una radiografía de la realidad que viven varias localidades del extremo norte de la provincia. “La localidad de Fortín Olmos es la más afectada”, sostuvo.
Se trata de un pueblo ubicado en el departamento Vera, a 326 kilómetros de la capital. Allí, el desolador paisaje muestra “vegetación que no crece y animales que mueren a diario por falta de agua”, según relató el entrevistado.
“Muchos productores están desesperados, piden a gritos nada más y nada menos que agua”; el testimonio es gráfico. “Hoy nos enteramos que se secó la laguna más importante, más extensa que tiene el departamento Vera, que es la Laguna La Loca”. Antes había ocurrido con otras de la zona, como El Cristal o El Palmar.
Por si fuera poco, en aquellos lugares donde todavía queda algo del vital elemento, la realidad tampoco mejora. “Muchas de las aguas tienen exceso de arsénico y sal, lo cual la hace poco apta para el consumo humano y de los animales”.
Los pronósticos tampoco son alentadores. “Muchos especialistas del SMN dicen que enero va a ser muy seco, va a haber faltante de lluvia”. Las precipitaciones recién se esperan para el mes de febrero. Sin embargo, Gastón Bais dejó un dato que grafica lo dificultoso del panorama: “para que los animales recuperen su estado y puedan entrar nuevamente en la comercialización, se necesitan unos 100 milímetros por día y debería llover una semana entera”.
“Aquí la principal actividad es la ganadera y muchos productores están vendiendo sus animales, en mal estado, únicamente por agua; por una cuba de agua o por un camión cisterna”, concluyó.
