El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro y algunos ministros de su gabinete, en parte mal asesorados por empresarios y otra por intentar el desfinanciamiento de estos municipios y comunas potentes lo puede llevar a dar una batalla inerte por un monto de recaudación que sólo traerá problemas para todos los integrantes de la cadena. Las empresas pagarán más impuestos, la provincia deberá asumir millonarios costos de mantenimiento de caminos y servicios necesarios para asegurar la logística, limpieza, seguridad y salud, la suma da negativa en miles de millones de pesos.
Para tomar dimensión todas las ciudades y comunas portuarias que son cinco – San Lorenzo, Puerto San Martín, Timbúes, Villa Gobernador Gálvez y Alvear – recaudarán este año por cobro de tasa aproximadamente unos 15 mil millones de pesos. Según los números que Carlos De Grandis aportó públicamente lo suficiente para hacer 1.5 kilómetros de rutas sin aportar un sólo peso en reparaciones y mantenimientos.
Si los diputados y luego los senadores convierten en ley la restitución del impuesto a las ganancias los trabajadores del Cordón Industrial aportarán al estado nacional y por ley al provincial producto que este impuesto es de coparticipación directa algo más de 70 mil millones de pesos, es decir lo que pagan los transportistas multiplicado por seis. Este dinero a su vez deja de llegar a los comercios locales de proximidad de estas ciudades industriales y por cual las arcas de recaudación se ven perjudicadas por la baja en el DREI.
Todas estas modificaciones no hacen más que pauperizar una de la regiones más dinámicas de la economía Argentina por la que se exporta más del 80% de los productos agroindustriales. Es momento para que la provincia pare la pelota y mire toda la cancha, para dar el pase y que el gol no termine en su propio arco.
