En el negocio agropecuario, la oferta atomizada a través de miles de productores de todo el país, se tiene que vincular con la demanda -generalmente concentrada en fábricas o terminales portuarias-, tratando de obtener mayores beneficios comerciales para todas las partes. Así fueron surgiendo los intermediarios que hoy conocemos, los corredores y las cooperativas.
Precisamente, el Mercado Físico de Rosario permite el encuentro de representantes de la exportación, la industria, corredores y cooperativas, y permite que toda esta información del sistema de precios esté disponible para los operadores y estos, pueden asesorar a los productores con información calificada y relevante, buscando los mejores precios.
Así, en la operatoria habitual existe una proporción de productores que venden soja a fijar, realizan canjes de insumos con operaciones abiertas o realizan contratos de alquiler atadas a la evolución del precio “pizarra” Rosario. Un sistema de precios que prácticamente no ha tenido modificaciones desde los inicios, a principios de siglo, pero que las distorsiones comerciales introducidas, como recientemente el régimen del “dólar soja”, ponen en “jaque”, provocando múltiples inconvenientes en toda la cadena y el mercado.
Esta historia de manipulación de los precios no es nueva, hace unos años, ante precios de pizarra bajos para la soja, desde el Centro de Corredores de Rosario alertaron sobre la necesidad de sumar las operaciones que se realizan en los mercados de futuro con entrega de mercadería en el cálculo de los precios de Pizarra, esta situación si bien fue una mejora para los precios, generó una merma en los negocios de precio pizarra para la soja, hasta prácticamente desaparecer en la actualidad.
La situación ahora muestra que también los compradores pretenden dejar de utilizar como referencia el precio pizarra de maíz, luego de que, en las últimas semanas, los precios de pizarra de maíz fueran protestados en varias oportunidades “por alto”. En este escenario, en las últimas horas, se confirmó que ADM, uno de los principales operadores del mercado, declaró que “no opera más por pizarra Rosario” y por lo tanto las operaciones que se realiza no son consideradas para la formación del precio pizarra. En tanto, Cargill señaló que “a partir de hoy cualquier negocio nuevo de Maíz, el precio va a ser por Mercado Cargill”.
Durante los últimos días de diciembre “los compradores tradicionales desaparecieron” y por lo tanto “desaparecen los precios del disponible”, esta situación de distorsiones en el mercado genera serios inconvenientes con los negocios de fijaciones de soja Rosario “pizarra”.
Así, acopiadores y productores sostienen que los exportadores cuando necesitan de hacerse mercadería no quieren convalidar precios altos en el mercado disponible para no inflar la Pizarra (para así no encarecer el costo de las compras que hicieron a fijar, que son muchas) y recurren a posiciones spot en los mercados a término (fecha corta con entrega) o la utilización de otros precios de referencia.
En definitiva, una vez más, queda en evidencia que los parches y programas como el “dólar soja” y otras intervenciones en los mercados y cambios de “reglas de juego”, terminan causando serios perjuicios en la transparencia de los mercados, situación que afecta principalmente al eslabón más débil de la cadena, el productor.
