Los peones de taxi tuvieron un nuevo encuentro en la sede local de la gobernación con funcionarios de seguridad para pedir explicaciones sobre el asesinato de otro de sus compañeros, Diego Celentano de 32 años, ocurrido a última hora de ayer y ya suman dos trabajadores del rubro en 24 horas, ambos fueron ultimados con la misma modalidad, disparos en la cabeza.
Tras el cónclave, uno de los taxista comentó: “Nos dijeron que nos iban a dar un poco más de seguridad y con todos los compañeros decidimos hacer un paro hasta las 6 de la mañana. Las reuniones terminan siempre en lo mismo, un café y nada más”, declaró indignado.
Las autoridades prometieron más controles en los barrios y en los denominados corredores seguros. A los peones de taxi les preocupa lo sucedido porque deben salir a trabajar y quedaron en estado de alerta y movilización. Con la consigna de que si hay “un compañero rasguñado, vamos a volver a parar”.
Además, advirtieron que necesitan a la policía “trabajando” y no “durmiendo en un corredor seguro” porque ellos brindan un servicio público. Y siguiendo con la misma tesitura, una mujer taxista, prácticamente a punto de llorar indicó que “entramos a los barrios y no están los policías, solamente en las avenidas”, detalló.
La causa está a cargo del fiscal Patricio Salduti y la policía de investigaciones, quienes no descartan que se trate de un mismo mensaje por la similitud que hubo en cada acto criminal. Debido a que se usaron balas calibre 9 milímetros con la inscripción Policía de Santa Fe en la culata metálica de la vaina.