¿Otro foco de conflicto?

Sindicato quiere ahora que despedidos de Buyatti ingresen a otras aceiteras

Sindicato quiere ahora que despedidos de Buyatti ingresen a otras aceiteras

Tras lograr un pre acuerdo para el total total de sus indemnizaciones, tres en cierre del predio, el gremio dejó en claro su deseo. Las fábricas, en su mayoría, hoy trabajan con alta capacidad ociosa
Tras lograr un pre acuerdo para el total total de sus indemnizaciones, tres en cierre del predio, el gremio dejó en claro su deseo. Las fábricas, en su mayoría, hoy trabajan con alta capacidad ociosa

La ratificación del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) del departamento San Lorenzo para que las fábricas del rubro en la zona incorporen al personal despido de Buyatti, podría abrir un nuevo foco de conflicto entre las partes.

Tras lograr un pre acuerdo con la firma radicada en Puerto San Martín para que pague la totalidad (100 por ciento) de las indemnizaciones a sus ex trabajadores, ya conocida su decisión de cerrar el predio, ahora el gremio pone en la mira el futuro de esos operarios, la mayoría con una edad en la que le resultará difícil hallar otra relación laboral de dependencia como la que tenían.

Lo que comenzó como una alternativa, una posibilidad, se convirtió ahora en casi una determinación del sindicato. Aunque no existe aún una petición formal, los integrantes de su comisión directiva repiten esa intención en cuanto reportaje se les efectúa por los medios de comunicación de la zona.

“Hoy, esta gente que se queda sin nada, hay que darle el apoyo total para que vuelvan a reinsertarse en el mundo laboral”, expresó sin ir más lejos hoy el secretario general de la organización obrera, Pablo Reguera, en declaraciones a FM 101.1

La pregunta es si las empresas del sector están abiertas a poner en discusión dicha petición. Primero porque no son responsables de la situación por las que atraviesa la planta que Buyatti posee en Puerto San Martín y que la llevó a este cierre porque sus mismos dueños decidieron no producir a riesgo propio, como lo hacen todas las otras. Y segundo porque en la actualidad, la capacidad ociosa que tienen en sus fábricas oscila el 50 por ciento; ergo, no son tiempos para contratar empleado alguno.

Ello sin admitir un posicionamiento político, o pragmático, si sirve. En otras palabras, no dejar un precedente para que a futuro una asociación sindical, como es en este caso, o de otra representación social, “imponga” resoluciones que no cabe por imperio de la ley ni hasta de las prácticas cotidianas.

Desde el sector empresarial ya hay algunas voces, no oficiales, que entienden que un planeo así no tiene mayor asidero.

Sin embargo, no se descarta que, llegado el caso, se opte por alguna posición intermedia. Hoy no son muchos los obreros despedidos, algo así como ochenta, por lo que significaría la admisión de menos de una decena por empresa. Así y todo, están aquellos que prefieren no ceder para no generar un precedente.

En conclusión, si bien por el momento son conjeturas, las cartas ya están echadas, pues el gremio anunció de manera privada a este grupo de afiliados caídos en desgracia, y de forma pública por los medios de comunicación, su decisión para que sean reubicados en otras fábricas de la zona. El tiempo dirá si hay entendimiento entre las partes o el sindicato formalizará una nueva protesta y/o paro de actividades.

Alejandro Romero