Editorial

SL24 y la nacionalización del drama de la infraestructura vial

Reunión en 2022 de Corach con empresario en Capym Puerto San Martín
Por Nicolás Carugatti

Los medios de comunicación son claves para hacer visibles todas las problemáticas que atañen a la comunidad con la que conviven a diario. Esta coexistencia se convirtió tan habitual y cercana por los mensajes de redes sociales o WhatsApp que se puede sentir el pulso de lo que preocupa y enoja a cada vecino de nuestras ciudades.

SL24 es un medio que tiene como filosofía, desde su creación en 2007, la hiperlocalidad. Este último es un concepto que no se tenía en el radar de los medios hasta la llegada de las redes sociales, que entre sus atributos permiten la segmentación milimétrica de sus audiencias. La hiperlocalidad tiene como fortaleza central conocer la idiosincrasia social de esa comunidad, sus padecimientos, sus alegrías y la relación con los intereses contrapuestos con los estamentos de poder, que son vecinos con los que nos cruzamos en la panadería, en el bar o en el club.

En la región, la problemática de la infraestructura vial para recibir la cosecha en los puertos instalados en San Lorenzo, Puerto San Martín y Timbúes tiene tres mostradores para gestionar y elevar los reclamos que permitan cambiar la realidad de los vecinos y los transportistas que llegan de a miles a nuestras calles.

El primer mostrador son las comunas y municipios, que deben lidiar diariamente con la destrucción de los caminos comunales que en muchos casos pasan por medio del ejido urbano –por ejemplo, San Lorenzo y Puerto San Martín–. A ello se suma la suciedad que genera el derrame de cereal; y también la problemática de la inseguridad urbana con toda una economía informal que orbita alrededor de la llegada de los camiones, que va desde prostitución hasta venta de alimentos sin autorización.

El segundo mostrador son las provincias. Los gobernadores son proclives a hablar de la potencia exportadora, pero muy poco afectos a invertir recursos en las rutas de la producción. Sin ir más lejos, en la radio Cadena 3 Rosario, el ministro de Infraestructura Pablo Seghezzo fue muy gráfico y pidió que la gente comparase la inversión de la provincia de Córdoba en sus rutas con la de Santa Fe. «No mas preguntas, señor juez».

Por último, está el mostrador de la Nación. Para describirlo habría que preguntarse si un ministro conoce los puertos de nuestra región o si los CEO de las empresas saben llegar a sus propios puertos sin GPS.

Producto de lo descripto en el párrafo anterior, desde la redacción de SL24 decidimos comenzar a visibilizar con informes multimedia la problemática del estado total de abandono de las rutas provinciales y nacionales, como algunos caminos comunales.

El primer informe lo titulamos “El Puente de la Vergüenza” para exponer el estado lamentable del puente de la ruta nacional 11 que pasa por arriba del río Carcarañá y por el que transita más del 30 por ciento de los camiones que llevan la cosecha a los puertos ubicados en la localidad de Timbúes. Este informe, en las distintas plataformas donde se publicó, tuvo más de 4 millones de reproducciones logrando así nacionalizar el tema. Eso permitió que la provincia y las empresas, a través de sus cámaras, pudieran comenzar a apurar gestiones de obras para hacer precarias mejoras para viabilizar el ingreso de la cosecha a los puertos.

Desde la publicación del informe “El Puente de la Vergüenza”, el 24 de enero, esta redacción viene siguiendo día tras día el estado de las rutas y las gestiones de los funcionarios para la puesta en marcha del operativo Cosecha Segura. Sabemos que hay muchos de estos funcionarios y “empresarios” enojados porque somos críticos de la mecánica de trabajo. Con videos de corte publicitario, la provincia aborda el tema sabiendo en el fondo que, haciendo lo mismo, obtendrá el mismo resultado; es decir, un desastre.

Internas empresariales

Hay un actor clave para entender el porqué de que no se hacen las obras de infraestructura: las empresas agroexportadoras. Una obra que el Estado decida hacer en una ciudad no es inerte para la actividad. Estas empresas mantienen entre sí una encarnizada competencia para originar, procesar y exportar. Es por esto que los lobbies se cruzan y los directivos mandan a sus funcionarios de segundas y terceras líneas a integrar cámaras empresarias de todo tipo y color.

Si una empresa identifica que uno de sus competidores tiene más fortaleza en una cámara comienza a hacer presión para correrlo. Si eso no funciona, entonces financia y participa más en otra entidad para aumentar el poder de fuego de en pos de sus intereses. Los ejemplos sobran, algunos son históricos y otros muy actuales.

Ante esta dispersión empresarial la política se hace una panzada. Se podrán enojar, maldecir o calumniar a políticos, medios y colegas, pero si no cambian la matriz de agremiación empresaria terminarán siendo sus propios verdugos.