El equipo periodístico de SL24 llevó adelante una larga y difícil investigación disparada por datos que dejaban al descubierto irregularidades laborales de cientos de estibadores nucleados en el SUPA de Puerto San Martín.
Los estibadores fueron actores claves en desarrollo de los puertos del Cordón Industrial. Los inicios del oficio se remonta a algo más de 50 años, los trabajadores eran los encargados del embolsado, cocido y la carga de las bolsas de cereales en barcos que amarraban en los puertos locales. Luego de largos días de navegación por los mares, cargar un buque podía llevar hasta una semana de intenso trabajo y para lograrlo era fundamental buscar “jornaleros” que ayuden a poder terminar con las tareas por un pago de horas trabajadas. Con el correr de los años la instalación de nuevos puertos, el inicio de las cargas por granel y mayor cantidad de barcos que arribaban a la zona, hicieron que la actividad se perfecciones y para ello se conformó una Cooperativa de Trabajos que fue clave para ordenar la nominación de “changarines” en los diferentes puertos y barcos.
Hasta acá parece una historía de superación y digna de ser contada, pero no todo lo que brilla es oro…
SL24 se entrevistó con más de 20 estibadores que con mucho temor fueron contando el calvario de poder conseguir algo más de 100 mil pesos por mes para poder alimentar a sus familias. Clave para esta investigación fueron las esposas de los trabajadores, quienes ayudaron a que pierdan el miedo y confíen en los periodistas para contar sus historias.
Wikipedia define a un Jornalero, temporero, peón o bracero, como las personas que trabajan por cuenta ajena a cambio de un jornal o pago por día de trabajo. A pesar del origen etimológico de su denominación, para su condición es indiferente o poco relevante que cobren un jornal fijo o un destajo en relación con su producción o el cumplimiento de una tarea determinada. Todas esas denominaciones suelen aplicarse específicamente a los trabajadores manuales agrícolas que no tienen posesión de tierras (ni en propiedad ni en arrendamiento), o que no la tienen en cantidad suficiente (minifundio); por ello se ven obligados a ser contratados temporalmente en faenas agrícolas2? estacionales (siembra, cosecha —siega de los cereales, recogida de los distintos frutos, como el verdeo, el ordeño y el vareo de la aceituna3? o la vendimia de la uva—, poda, escarda, etc.) Suelen agruparse en cuadrillas, y es muy frecuente que se desplacen en migraciones periódicas en los momentos de mayor demanda de mano de obra a los lugares donde son requeridos (emigración golondrina).
La definición de la enciclopedia colaborativa de internet da un panorama de la temporalidad en la definición y la nomenclatura de la actividad que nada tienen que ver con el trabajo que desarrollan los estibadores nucleados en el SUPA en los sofisticados puertos de agroexportación.
¿Cómo son nominados los estibadores del SUPA Puerto San Martín?
Los mas de 300 trabajadores no socios de la Cooperativa tienen que ir cada 3 horas a las instalaciones del CEDECOM (Centro de Contrataciones) perteneciente al gremi. Cuando llegan al lugar un escaner de retinas le otorga un papel con el nombre que debe ser depositado en la “cajita negra” para luego ser sorteado. La caja está en poder de uno de los 4 turnearodores, que cual verdugo de la edad media, es quien grita a viva voz el nombre los estibadores que quedaron nominados en el sorteo y aquellos que no tuvieron “suerte” deben volver a sus casas y esperar unas nuevas tres horas para volver a tener su nombre en la “cajita negra”.
Una de las mujeres que nos recibió en su casa junto a su marido estibador nos contaba con los ojos llenos de lagrimas: “Cada vez que sale de casa rezamos para que pueda salir sorteado y ganar horas que nos ayudan a sumar ingresos, nunca sabemos cuánta plata va a ingresar a nuestra casa para pagar nuestras deudas”. El estibador interrumpe el relato de su mujer y agrega: “cuando me voy le digo a mi pibe que me voy a laburar y cuando no tengo suerte y vuelvo a mi casa le tengo que explicar porque volví tan rápido”.
Hay 80 trabajadores que no van a la “cajita negra” y ellos deciden a qué barcos van y cuántas horas trabajan. Esos son los 80 trabajadores de la “lista grande”, que son socios de la Cooperativa de Trabajos Portuarios. Otro de los estibadores nos contaba con bronca: “Ellos son los que se quedan con el pique, cuando hay laburo cada vez que terminan un barco, por ejemplo en RENOVA, llaman por teléfono al CEDECOM y dicen “me cuento” para trabajar en otro barco. En BUNGE, conozco muchos socios de la Cooperativa que nos han dicho que fines de semana largo trabajaron 48 sin parar para juntar 300 a 400 mil pesos”. La mecánica laboral es un total descontrol, violando todas las normas laborales y sometiendo a los trabajadores a riesgos altísimos por incumplir con las horas de sueño y descanso necesarias.
Los estibadores que van a la “cajita negra” pertenecen a la “lista chica”, de changarines. La acumulación de jornales trabajados depende de la suerte. Un estibador de estas listas logra con suerte acumular ingresos mensuales que no superan los 90 mil pesos.
El acceso a la salud sólo “si juntamos las horas”
La obra social de los portuarios se financia con el descuento de 3% por cada jornal. Otro de los estibadores que esta en la lista de “changarines” nos contaba en una entrevista realizada a escondidas en un bar ubicado en la ciudad de San Lorenzo: “Mi hijo se quebró la pierna en un accidente y no lo pude hacer atender porque ese mes no junté los aportes necesarios a la obra social, no nos podemos enfermar porque no nos pagan y si no trabajamos no tenemos salud para nuestras familias”.
Los estibadores no tienen compensaciones por enfermedad, sólo les corresponde un bono de 15 mil pesos por semana si pueden comprobar que tuvieron un accidente laboral. Es importante hacer doble click en los accidentes laborales, la Cooperativa de Trabajos Portuarios está autoasegurada, es decir que responde por los accidentes laborares con el capital generado por los trabajadores. Por esta mecánica, los estibadores cuentan sin número de aprietes por parte de supervisores y directivos de la entidad, para que no denuncien accidentes y así evitar tener que pagar. Otra gran irregularidad que restringe los derechos laborales de los trabajadores.
Comisión directiva de millonarios
Los integrantes de la comisión directiva del SUPA tienen sueldos mensuales que van de 550 mil pesos a 1.500.000. Todos los miembros de la comisión son socios de la Cooperativa por cual su representación está enfocada en los 80 trabajadores de la “lista grande” y no en los 300 que deben ir al CEDECOM cada 3 horas para poder someterse al sorteo de la “cajita negra”.
La conformación de la lista para competir por el gremio tiene en el estatuto la obligatoriedad de tener un cupo femenino, todas las mujeres que pueden integrar una lista son administrativas de la Cooperativa algunas de ellas fueron asociadas para cerrar la puerta a posibles oposiciones. En el proceso electoral del año pasado la lista opositora a la actual administración fue impugnada por no cumplir el cupo femenino.
Monopolio y aportes sospechosos
La autoridades del gremio realizaron piquetes en diferentes terminales portuarias para pedir que las empresas Milisenda y SAP que compartían el trabajo con la Cooperativa no sean nominadas por las agroexportadoras con falsas denuncias por falta de aportes previsionales.
El secretario general del SUPA, Aníbal Cabrera, violando todas las normas de libre competencia envió una nota a las agroexportadoras con el nombre de dos empresas que eran “habilitadas” por el gremio para poder acceder a trabajadores sorteados en la “cajita negra”. De esta nota se desprende un dato curioso, las empresa PORTAM SA y SIP SRL, recomendadas por Cabrera, nunca estibaron un sólo buque y realizaron aportes previsionales a estibadores que participaron de los piquetes.
La Cooperativa es la única empresa que brinda servicios de estiba en todos los puertos de Puerto San Martín y Timbúes volviendo a la posición monopólica que supo ostentar Juárez por más de 50 años.
Sequía y crisis
El país se acerca a la peor cosecha de soja de su historía, la Bolsa de Comercio de Rosario estima que tan sólo habrá un 27% de cantidad de granos en comparación con el año 2022. Esto deja los 300 estibadores de la “cajita negra” en una situación desesperante, con una inflación que escala a un ritmo de 102% interanual.
La realidad de los estibadores nucleados en SUPA, que cuentan con los derechos laborales del año 1800, están más cercanos a la esclavitud que a la jornada de 4 días laborales que discuten nuevas generaciones de dirigentes a nivel global. Situación que pone a la cadena de exportación en un lugar incómodo, que deberán trabajar para resolver en el corto plazo, para no seguir con el régimen de jornaleros que es una bomba de tiempo.