HUMOR

Super Argentos: héroes y villanos de la política criolla (segunda parte)

Por JORGE FOSSETTI - En Argentina y en nuestra región no solo tenemos los mejores superhéroes, sino también nuestros villanos de historieta. Hoy continuamos con los más temibles personajes del Argento-Verso.


Ni el Superbigote venezolano, ni el Capitán Beto criollo; sin dudas, todos los políticos argentos se parecen a un famoso villano: Dos Caras. Pero aún así, los seguimos votando. Es que cuando llega la época electoral, no sabemos qué tienen pensado hacer… por eso, para el votante, más que una elección, es un Acertijo.

En lo que respecta a rivalidades, el enfrentamiento entre Marvel y DC queda a la altura de un poroto frente a nuestra grieta. Porque, para la mitad de los argentinos el peor villano es Gatúbelo, el hombre-gato, mientras que para el resto todos nuestros males son responsabilidad del Pingüino… y la Pingüina.

Aunque, ojo, esos liderazgos están en disputa. Por un lado asoma un nuevo supervillano capitalino que luce la sonrisa del Guasón y la pelada de Lex Luthor; mientras que por el otro, el Duende Verde presidencial (verde porque no madura su proyecto y duende porque no existe) parece que va a tirar una de sus bolas de humo tóxico en algún momento.

¿Se acuerdan del Barón Zemo, que luchaba contra los Avengers? ¡Ja! Acá tenemos, no uno, sino bastantes Barones; son los del conurbano. Peligrosísimos.

Siguiendo con los grandes malosos, el que tendría que ser argentino es el Doctor Octopus. porque si bien en varios países los políticos corruptos roban a cuatro manos, acá se roba a ocho.

Además, el que siempre nos amenaza es su cómplice, el Buitre. Parece que maneja unos fondos de acreedores muy exigentes.

Párrafo aparte merece uno de los villanos más poderosos de los X Men, Magneto, el que controla los campos electromagnéticos. Acá tenemos nuestro propio Magneto, que se dice que controla no solamente los campos sino los medios, la opo, la corpo y no se cuántas cosas más.

Ni Metrópolis ni Ciudad Gótica. ¡Rosario y Santa Fe!

Como todos sabemos, algo imprescindible para todo superhéroe o villano es mantener su secreto mediante un buen uniforme. Y acá se los podemos proveer en tiempo y forma. Por ejemplo, desde el Salón de la Justicia…, perdón, digo, desde el Palacio de los Leones, les dieron uniformes nuevos a toda la GUM para que ocultaran su vieja identidad.

Consecuentemente, aquí en la Cuna de la Balacera… pucha, me sigo equivocando. En la Cuna de la Bandera, decía, no tenemos nada que envidiarle a las grandes ciudades de los comics: hay Hombres Monos y los trámites se resuelven teniendo Super-amigos, Es más, acá a Robin y a Superboy ya los hubieran reclutado como soldaditos en un bunker.

Ahora bien, nos guste o no, para sentirnos triunfadores los rosarinos tenemos que hacer los 300 kilómetros hasta el reino celestial de Asgard. Porque los Dioses están en todas partes, pero atienden allí.

Hablando de ciudades, en la capital provincial se avecina una Infinity War que bueno, bueno. Todo empezó con un Thanos de ministro que con un chasquido quiso evaporar a la mitad de la población uniformada. Ahora el de la Casa Gris (que encima tiene a su Viuda Negra en el sillón de al lado) tendrá que demostrar si es un Iron Man o un Ant Man, un hombre de hierro o un hombre hormiga; si cede a Los Vengadores o a los Guardianes de la Galaxia.

Así es el Argento-Verso. ¡Qué vamos a hacer! Son los superhéroes que nos tocaron. Mientras tanto nosotros, pobres mortales, tenemos que seguir laburando. Buscando la tela de Spiderman y tratando de no errar el blanco de Flecha Verde… mientras nos gobierna la Liga de la In-justicia.

Comentarios