Se trata del primer despacho formal del cereal hacia ese país, un hito que marca el ingreso definitivo del trigo argentino a uno de los mercados alimentarios más grandes del mundo. Según consignó La Nación, este movimiento forma parte de las negociaciones abiertas este año para habilitar el acceso del cereal nacional al mercado chino, que muestra un fuerte interés por la calidad del producto argentino.
Además del envío desde Timbúes, está previsto un segundo embarque desde Bahía Blanca para el 23 de diciembre, a bordo del buque Anastasia K, tal como adelantó Argenports.com. Esto confirma que el nuevo destino comienza a integrarse de manera sostenida al flujo logístico del cereal, con distintos puertos del país preparados para atender esta demanda.
El contexto productivo acompañó de manera clave: la campaña apunta a una cosecha de 25,5 millones de toneladas, una de las mejores de los últimos años, mientras que el valor FOB ronda los 209 dólares por tonelada, manteniendo al trigo argentino competitivo frente a otros oferentes globales.
Para el complejo agroexportador, el ingreso de China como comprador significa no solo diversificar mercados, sino reforzar la posición de Argentina como proveedor internacional de cereales. En términos logísticos, el protagonismo de puertos como Timbúes y Bahía Blanca consolida la eficiencia operativa del sistema y abre la puerta a mayores volúmenes en futuras campañas.
El sector agroindustrial coincide en que este primer ciclo de envíos podría convertirse en el inicio de una relación comercial estratégica y de gran proyección para los próximos años.







