La localidad de Timbúes se convirtió en un polo de procesamiento de soja: sobre sus costas hay 5 puertos de exportación agroindustrial.
Para alimentar a estos monstruos industriales deben cruzar por el puente de la vergüenza más de 350 mil camiones, que antes circulan por la ruta provincial 91 partiendo al poblado de Villa La Ribera en dos.
El puente de la vergüenza está sobre el kilómetro 343 de la ruta nacional 11 y atraviesa el río Carcarañá.
Estudios de factibilidad realizados por la provincia hace ya más de tres años aseguraban que ese puente estaba sólido para seguir siendo utilizado. En el informe nunca se hizo referencia a soportar 300 mil camiones en 9 meses.
El puente de la vergüenza se mueve al ritmo de la desidia dirigencial del Estado y de los privados.
Pero la odisea de un camionero no se termina al atravesar ese puente. Después de lograrlo tiene que enfrentarse con los abandonados caminos comunales de Timbúes. Caminos por los que el Ejecutivo cobra una tasa para su mantenimiento.
Son más de 3 kilómetros que separan la ruta 11 de las playas de camiones. Aunque ustedes no lo crean, el 30 por ciento de toda la cosecha argentina transita por estos vergonzosos caminos.
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