Totoras ensaya un novedoso sistema para tratar sus efluentes cloacales

Una empresa ambiental de Rosario eligió a esta ciudad del departamento Iriondo para realizar una primera prueba a campo del proyecto de siembra de lentejas de agua para el tratamiento de aguas residuales


Totoras.— Una empresa ambiental de Rosario eligió a esta ciudad del departamento Iriondo para realizar una primera prueba a campo del proyecto de siembra de lentejas de agua para el tratamiento de aguas residuales. Las lentejas se alimentan de los residuos cloacales, crecen rápidamente y conforman una biomasa que puede utilizarse para la producción de etanol y plástico biodegradable, entre otros usos. La experiencia, aseguran, es inédita en el país, al menos en la escala que se pretende.

El procedimiento se llevó a cabo en la laguna estabilizadora de cloacas, y el equipo estuvo conformado por el responsalbe de Protección Ambiental del municipio, Uriel Bernardi, integrantes de la empresa Mamá Grande y una delegación de una ONG francesa que se encargó de registrar imágenes para un documental.

Sebastián Lagorio es biotecnólogo y uno de los responsables de llevar adelante la iniciativa, a través de la empresa social que integra. «Diseñamos un sistema en el cual los tratamientos de efluentes cloacales, de feedlots o industrias alimenticias se transforman y pasan a ser una fábrica de biomasa, fabricamos plantitas que tienen un uso para productos de alto valor agregado, como ser bioetanol combustible o insumos críticos para la generación de plástico biodegradable», contó. Es decir que en paralelo al tratamiento de efluentes, se busca generar valor donde no lo hay.

Lagorio explicó que las lentejas crecen tan rápido como una bacteria, se duplican día a día, para lo cual usan como alimento los desperdicios cloacales o de materia fecal, que transforman en biomasa. «Aumentan su tamaño y se empiezan a dividir, van limpiando mientras crecen, a la vez que producen almidón, que después se transforma en combustible», abundó.

La intención es lanzar esta primera experiencia para demostrar en una pequeña escala cómo funciona este novedoso sistema, y «cuán beneficioso puede ser para Totoras tener un tratamiento de efluentes. Estamos secuestrando dióxido de carbono por lo que se reduce el efecto invernadero, se generan nuevos puestos de trabajo con valor agregado para incorporar gente a nuevas unidades productivas», comentó.

El equipo técnico de Mamá Grande, integrado también por el biólogo Eduardo Mercovich, llegó acompañado por cuatro franceses pertenecientes a la ONG Videaux, que se dedica a hacer videos sobre emprendedores sociales. «Nos seleccionaron como uno de los tres casos en la Argentina y el material que estamos desarrollando apunta a aumentar la cantidad de productores, para que vean que pueden generar otra calidad de vida para mucha gente», sostuvo Lagorio.

Totoras tiene dos lagunas decantadoras de 1,3 hectárea cada una, aproximadamente. Este primer experimento se realizó en un estanco de 9 metros cuadrados preparado especialmente. De prosperar, la experiencia se trasladaría a una de las lagunas y a un canal que se piensan construir en breve. Sería, entonces, la primera experiencia a esa escala.

El cultivo de lentejas, aseguran los responsables del emprendimiento, puede hacerse «fácilmente», y a diferencia de los cultivos tradicionales, en los que se siembra y debe esperarse mucho tiempo para cosechar. En este caso se recolecta en la misma semana. «Es un cultivo continuo, se seca y se guarda en silos bolsa, una vez que están llenos se mandan a las plantas de producción de plástico y etanol», señaló el responsable de la ONG.

Esta innovadora modalidad podría producir hasta 30 toneladas por hectárea por año, «diez veces la producción del maíz, con algo que cuesta mucho menos. Seguramente los productores tienen una parte no utilizable, el producto en sí es bueno, porque genera valor social, ambiental y económico,» concluyó.

Mamá Grande se creó en 2011 y forma parte, junto con otras empresas sociales, de la red Njambre. Junto a Lagorio y Mercovich, trabaja también Federico Seineldin. «Estamos usando varias herramientas y haciendo tecnología recombinante, que está desarrolladas en otras partes del mundo», aseguran.

Hasta el momento, sólo habían realizado con la lenteja de agua experiencias de laboratorio, aunque les consta que en distintos países de Asia existen grandes extensiones de cultivo. Ahora esperan que Totoras se convierta en la «vidriera» de su experimento, para poder replicar en otros lugares. Mientras tanto, trabajan a partir de convenios con las universidades nacionales de Rosario y Buenos Aires.

Traslado de la experiencia

La Municipalidad de Totoras se contactó con la gente de Mamá Grande en el Foro Latinoamericano de Desarrollo Sostenible, que tuvo lugar en Rosario el 24 de abril. Allí comenzó una serie de encuentros tendientes a llevar la experiencia del cultivo de lentejas de agua a la planta local.

“Si la experiencia tiene éxito sembraríamos en una de las lagunas y en un canal que haríamos al lado. Esto nos permitiría vaciar y limpiar la segunda laguna para poder reutilizarla”, comentó Uriel Bernardi, al frente del área de Protección Ambiental del municipio.

Más allá del usufructo económico que podría dar la producción, el funcionario aclaró que “lo que más nos interesa es el saneamiento ambiental, mejorar los parámetros de calidad de lo que estamos volcando”.

Fuente: La capital

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