Las dudas en torno al siniestro que terminó con la muerte del policía Gustavo Fabián Ibarra volvieron a encenderse luego de que fuentes de alto rango del Comando Central de Prefectura confirmaran a SL24 que la posición del empuje paraguayo El Ceibo, señalado inicialmente como posible protagonista, no coincide con la trayectoria habitual de los convoyes que navegan ese tramo del Paraná. Según precisaron, al momento de la denuncia la embarcación circulaba por fuera del canal y sobre zona de isla, un punto que no corresponde al circuito normal de tránsito.
Oficialmente, la fuerza no pudo establecer que El Ceibo, ni ninguna otra nave identificada hasta el momento, haya impactado contra la lancha Reynals, que se hundió la madrugada del 24 de noviembre frente a San Lorenzo. Aunque el cuerpo de Ibarra fue hallado el 3 de diciembre, la investigación permanece abierta ante la falta de una embarcación claramente señalada como responsable del choque y posterior abandono del lugar sin brindar asistencia.
Las fuentes consultadas remarcan que “no existe certeza total de lo sucedido” y que Prefectura trabaja sobre posicionamiento satelital, registros de tráfico y declaraciones para reconstruir la secuencia. La declaración de la sobreviviente, María Soledad M., los episodios previos protagonizados por el policía y la inconsistencia en el posicionamiento de las naves sostienen un escenario aún difuso.
Mientras tanto, continúa el operativo especial ordenado por el fiscal federal de San Lorenzo, Agustín Mori, para localizar y recuperar la lancha hundida. Un equipo especializado llegado desde Buenos Aires opera desde las 7.30 un sonar de barrido lateral en el kilómetro 439, cubriendo áreas predeterminadas con líneas paralelas para obtener imágenes de alta resolución del fondo del río.
Según el relato de la acompañante, el impacto ocurrió cuando ella estaba en el camarote e Ibarra en cubierta. Tras el choque, salió a la superficie, vio al policía caer al agua y observó cómo la embarcación se hundía. Desorientada y con frío, logró alcanzar una isla donde fue asistida por pescadores.
Con más dudas que certezas, la reconstrucción del caso se sostiene hoy sobre una alarma que vuelve a tomar fuerza: la embarcación que chocó a Ibarra todavía no fue identificada.







