La crisis de infraestructura que vive toda la región producto de la desinversión total de las rutas nacionales y provinciales se suma las malas gestiones en la administración de los fondos que maneja la comuna de Timbúes para la reparación de los caminos comunales que son utilizados por cientos de miles de camiones todos los años para llegar a los puertos radicados en esa jurisdicción.
Las empresas radicadas en Timbúes decidieron producto del estado calamitoso de los caminos, estado que terminó con una rebelión de los camioneros que terminaron prendiendo fuego parte de la calada de la empresa Noble hoy Cofco Timbúes, armar un esquema de fideicomiso que permita que las empresas recauden la tasa como agentes de percepción para poder asignar el 30% de lo recaudado para que un fideicomiso mantenga de forma permanente los caminos de tierra o mejorado. Este acuerdo fue roto por el ex presidente comunal, Amaro Gonzalez que comenzó a cobrar el la tasa y llevarse el dinero en efectivo. Este “capricho” hizo que el mantenimiento de la traza comience a deteriorarse con velocidad.
El actual presidente comunal, Antonio Fiorenza, decidió sofisticar la recaudación triangulando el pago a través de una web que figura en la AFIP a nombre de un monotributista por la que la comuna destina un % de la tasa para pagar el servicio de recaudación, esto fue regulado por ordenanza comunal una desprolijidad que nadie quiere o puede explicar. El nuevo sistema de recaudación tampoco terminó cumpliendo el objetivo de mejorar los ingresos, hoy comienza a verse las extremas dificultades que se va a marcar una cosecha con una logística muy compleja en Timbúes.
