“Vimos pasar una moto que nos miró. En eso, empezamos a sentir un montón de disparos y lo veo a mi marido tirado en el piso ensangrentado. Los disparos seguían; no había forma de poder resguardarnos”. La mujer atribuye el incidente a la imputación contra dirigentes gremiales realizada por el fiscal Miguel Moreno en diciembre pasado. Luciano, aún con una bala alojada en la cadera, una herida en un antebrazo y graves lesiones en los genitales, fue víctima de un acto de violencia que su esposa considera como una advertencia. “Mi esposo no tiene problemas con nadie, trabaja en la Uocra, es delegado. Todo empezó con los problemas que hubo en la Uocra San Lorenzo con la Justicia, ahí arrancó la película de terror”, destacó María, haciendo referencia a incidentes previos y a amenazas recibidas en noviembre. La situación se agrava al recordar que en noviembre pasado fueron detenidos Carlos Vergara, ex titular de la Uocra Rosario, y “Pillín” Bracamonte, jefe de la barra brava de Rosario Central. Luciano recibió una llamada previa al ataque, advirtiéndole sobre los vehículos en los que se movilizaba, confirmando que el suceso del viernes pasado fue una seria advertencia. Las autoridades locales están investigando el caso, mientras la comunidad sindical y ciudadana expresa su repudio ante estos hechos de violencia que involucran a dirigentes gremiales.]]>