Delitos 4.0

Una condena pionera en Santa Fe: inteligencia artificial, violencia digital y justicia en San Lorenzo

Una condena pionera en Santa Fe: inteligencia artificial, violencia digital y justicia en San Lorenzo

La jueza penal de San Lorenzo, Griselda Strologo, condenó a un hombre por crear y difundir con inteligencia artificial imágenes falsas de connotación sexual de unas 80 mujeres de San Jerónimo Sud. El fallo, surgido de una querella privada, sienta un precedente inédito en la provincia de Santa Fe y marca un paso clave en el reconocimiento judicial de la violencia digital.

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La jueza penal de San Lorenzo, Griselda Strologo, condenó a un hombre por crear y difundir con inteligencia artificial imágenes falsas de connotación sexual de unas 80 mujeres de San Jerónimo Sud. El fallo, surgido de una querella privada, sienta un precedente inédito en la provincia de Santa Fe y marca un paso clave en el reconocimiento judicial de la violencia digital.

En un fallo inédito, la jueza penal de San Lorenzo Griselda Strologo condenó a un hombre que había utilizado inteligencia artificial para crear y difundir imágenes falsas de connotación sexual de unas 80 mujeres de San Jerónimo Sud, compartidas en un grupo de Telegram llamado Rosario y Zona. La causa, impulsada por una querella privada y con la intervención del Centro de Asistencia a la Víctima (CAV), derivó en una condena con multa y reparación económica, pero sobre todo en un precedente judicial sin antecedentes en la provincia.

En diálogo con Hernán Funes por Cadena 3 Rosario, la magistrada explicó que el valor central de la resolución radica en “hacer visible una problemática nueva, propia de la era digital y de las herramientas de inteligencia artificial”. Strologo destacó la importancia de haberlo abordado “en audiencia abierta, con la presencia de las víctimas”, como parte del sistema penal santafesino que busca “humanizar la justicia y dar visibilidad a conflictos que afectan derechos fundamentales, como el de vivir sin violencia”.

La jueza subrayó que el caso representa “un conflicto primario” en el que la justicia pudo actuar con las herramientas existentes, sin necesidad de esperar nuevas leyes. “Tenemos las herramientas para lograr este tipo de condenas —explicó— y se puede hacer visible que esto no es gratis. La violencia digital es un plano nuevo, pero hoy se puede abordar con las normas vigentes y con creatividad judicial.”

Strologo explicó que durante la audiencia, las víctimas describieron el impacto emocional, familiar y laboral que provocó la difusión de las imágenes falsas. “Fueron valientes al impulsar el caso. Sufrieron humillación, denigración, afectaciones en sus vínculos y en su entorno laboral. Este tipo de hechos deja cicatrices profundas y el reconocimiento judicial de ese daño es un paso indispensable hacia la reparación.”

El acusado, en su declaración final, pidió disculpas a las mujeres y reconoció el daño causado. Dijo haber comprendido la gravedad de sus actos “después de un largo tratamiento psicológico y psiquiátrico”. Para la jueza, ese momento sintetizó el sentido restaurativo del sistema de audiencias: “Es importante que las víctimas puedan escuchar de manera directa el reconocimiento del daño. No se trata de burocracia judicial, sino de cerrar un ciclo que ellas mismas llamaron ‘un calvario’ y poder empezar a reconstruirse.”

La sentencia, que se dio a través de un acuerdo abreviado, fue considerada por Strologo como “un punto de partida” para que la justicia provincial y nacional comiencen a delinear una respuesta consistente frente a los delitos cometidos mediante inteligencia artificial. “El derecho siempre llega después de los hechos —explicó—. Hoy la inteligencia artificial avanza más rápido que las normas, pero eso no significa que no tengamos herramientas. Es fundamental adaptar el derecho penal y trabajar creativamente para garantizar acceso a la justicia.”

La magistrada también reconoció que este caso podría servir de base para futuras reformas. “Hay proyectos legislativos en desarrollo y observatorios que estudian el impacto de la inteligencia artificial en América Latina. Pero encuadrar estas conductas en los códigos penales no siempre es simple. Las conductas son variables y dinámicas; lo importante es aplicar el marco legal existente con sensibilidad y con perspectiva de género.”

El proceso judicial permitió además dimensionar el alcance social del daño. En una comunidad pequeña como San Jerónimo Sud, el impacto fue devastador: no solo por la exposición pública de las víctimas, sino también por la viralización de las imágenes, el estigma y las consecuencias psicológicas. “La violencia digital existe —dijo Strologo—, no todo es tolerable, no todo es gratis. La justicia debe decirlo con claridad.”

Funes destacó al cierre del programa el carácter pionero de la condena, posiblemente la primera en su tipo en Santa Fe. “Estamos ante un fallo que marca una línea divisoria: la justicia reconoció formalmente que la manipulación de imágenes mediante inteligencia artificial es una forma de violencia digital. Y lo hizo con nombres, con historias reales y con una condena efectiva.”

Un caso que, según coincidieron ambos, abre un nuevo capítulo en la relación entre tecnología, derecho y violencia de género.

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