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Una escapada para ponerte en contacto con la naturaleza

No importa si el viaje será una escapada de fin de semana o por 10 días , el objetivo siempre es el mismo: despejarse y reencontrarse con uno mismo

Las personas buscan aprovechar sus vacaciones para desconectarse de todo lo que tenga que ver con la rutina diaria.

No importa si el viaje será una escapada de fin de semana, algún feriado o incluso por un período de 10 días. El objetivo siempre será el mismo: despejarse y reencontrarse con uno mismo.

Ante esta situación es que los destinos más retirados o poco convencionales, se están imponiendo notoriamente por sobre los grandes centros urbanos.

Por lo tanto, ciudades o pueblos con menos cantidad de habitantes y con atractivos turísticos que se relacionan directamente con espacios verdes, sierras, montañas y ríos, se llevan la atención de los turistas.

Es por eso que, si estás pensando en dónde pasar unos días de completo relax y distracción, aquí te contaremos todo lo que tenés que saber.

Tandil, una ciudad diferente

Esta ciudad bonaerense, que se fundó el 4 de abril de 1823 y que cuenta con más de 150.000 habitantes, se ubica a 300 kilómetros de Capital Federal.

El desarrollo de la comunidad tandilense se debe mayormente a la agricultura y ganadería, pero además, es muy reconocida por sus embutidos o chacinados.

A lo largo de los años, Tandil ha logrado fortalecerse y consolidarse como una ciudad que cuenta con bellezas naturales que se han convertido en un gran atractivo turístico para quienes deseen visitarla.

El sitio más emblemático de Tandil es, sin dudas, la Piedra Movediza. Se trata, justamente, de una piedra que pesa unas 300 toneladas y que tiene unos 6 metros de diámetro. Curiosamente, por su posición natural, se balancea sobre el borde del cerro. Desde allí, se puede tener una gran vista de la ciudad.

También se puede visitar el Cristo de las Sierras, que representa el sueño del pueblo tandilense y forma parte de un recorrido religioso. El trayecto en este espacio demanda una media hora de caminata, que consta con una leve subida, y que también brinda una gran visión al llegar a lo más alto.

A estos espacios al aire libre se suman los museos. Se encuentra el que está relacionado a las Bellas Artes, del Ferrocarril, Ciencias Naturales y también el del Fuerte Independencia. En este último se podrán analizar cuestiones culturales y naturales de la región; a su vez, tiene un sector enfocado exclusivamente a la Guerra de Malvinas.

A su vez, tal como se mencionó anteriormente, la gastronomía tiene un lugar importante de la mano de los chacinados. Los quesos y los salames tandilenses son destacados y reconocidos a nivel nacional, teniendo un sabor único que hace que los visitantes no solamente quieran degustarlos, sino que también compran para llevar o regalar.

El Parque Independencia, que tiene un excelente mirador, y el Valle del Picapedrero que cuenta con un entretenido itinerario, también son puntos de visita.

Con todos estos atractivos, sin dudas que Tandil se convierte en uno de los destinos más elegidos para alejarse del ruido de la ciudad y estar en contacto con la naturaleza.

Purmamarca, el pueblo de los Siete colores

Jujuy cuenta con este pequeño pueblo de menos de 1.000 habitantes que cuenta con la particularidad de tener dentro de su bello paisaje al Cerro de los Siete Colores.

Este increíble destino, que se encuentra en el norte argentino, logró preservar su estilo cultural y arquitectónico a lo largo de los años, teniendo un tono pintoresco que embellece aún más sus paisajes.

Claramente, el Cerro de los Siete Colores se lleva todas las miradas siendo una visita obligada si visitamos este sitio. El nombre se debe a las distintas tonalidades que muestran las sierras allí situadas, lo cual se debe a una variedad de pigmentaciones en la formación geológica.

Uno tendrá la oportunidad de acercarse a pie hasta la base del cerro o de observar desde lejos en los miradores que se encuentran ubicados en diferentes puntos. Cabe destacar que los especialistas recomiendan mirarlo entre el amanecer y el mediodía.

Las Salinas Grandes, que son consideradas uno de los paseos más destacados de toda la Argentina, presentan un paisaje extraordinario. Este lugar se encuentra a poco más de 60 kilómetros de Purmamarca. En este espacio se observa un infinito paisaje blanco debido a la sal que tiene el suelo, con piletones de agua turquesa. Un dato no menor es que se encuentra a 3850 metros sobre el nivel del mar.

Por su parte, la Iglesia Santa Rosa de Lima es el edificio más importante de Purmamarca. Se construyó durante el siglo XVII y fue hecho con materiales de la región tal como el barro, madera de cardón y adobe. Cuenta con un estilo cuzqueño que se ve reflejado en la decoración interna. Lo más importante es que fue declarada como Monumento Histórico Nacional en julio del año 1941.

Otro sitio muy destacado es el Cabildo, que es el más pequeño de los 10 edificios de este estilo que se encuentran en la Argentina. Se encuentra ubicado frente a la Plaza 9 de Julio y también es considerado Monumento Histórico Nacional.

Otra actividad que siempre es muy frecuentada por quienes llegan hasta allí es el Paseo de Artesanos, donde uno podrá encontrar diversos objetos que, obviamente, se pueden adquirir. Podrás comprar bijouterie, cuadros y souvenirs representativos de Purmamarca.

Con todos estos ítems, más otros tantos que podrán surgir mientras disfrutas de tu estadía allí, queda claro que Purmamarca es otro de los sitios que tiene Argentina que se destacan por su naturaleza e impronta propia.