El transportista no compra el combustible, sino que la cooperativa asigna un crédito a través de una aplicación en su celular (App Flota). Al llegar a la estación de servicio, el surtidor aprueba la compra, se realiza la carga de combustible y el transportista regresa a la cooperativa donde se le cobrará el combustible utilizado.
Este servicio permite una gran velocidad de carga gracias a surtidores de alto caudal, lo que permite una gran cantidad de operaciones en un turno o en dos turnos. En la última cosecha, el momento de mayor demanda, la estación de servicios de Timbúes cargó más de 100 camiones por día.