A poco del despliegue de agentes federales que despertó la curiosidad de gran parte del microcentro de Rosario, se conocieron detalles de la investigación que derivó en el allanamiento del bar “Pico Fino”, donde además de minutas, se vendían y compraban dólares desde hace años.
Las funciones llevadas adelante por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) se cristalizaron en varias irrupciones no solo en Rosario, Buenos Aires y Salta por una causa de narcotráfico, donde se investiga a una presunta organización que pasa droga de Bolivia al norte del país y desde allí la trasladaba y distribuía en Santa Fe y en el conurbano bonaerense. Uno de los operativos locales fue el que se hizo en el restobar de San Martín y Córdoba de Rosario, en el cruce de las peatonales, dirigido a un histórico arbolito que presuntamente le vendió dólares a personas sospechadas de integrar la banda.
En Rosario se realizaron más de 15 allanamientos. Los voceros de la causa dijeron que el principal investigado fue aprehendido en plena maniobra de aprovisionamiento junto con su socio. Y que a 100 kilómetros de la ciudad, efectivos de la PSA detuvieron a un colaborador en una moto con más de 5 kilos de cocaína de máxima pureza con el sello de un delfín. Las identidades de los involucrados fueron preservadas a pedido de los investigadores.
De acuerdo con los datos recolectados, transporta luego el material con dos sospechosos hacia Rosario y Buenos Aires, donde se lleva a cabo la distribución.
El principal sospechado por provisión de estupefacientes también tiene multas por infracciones de tránsito en Rafaela. A su vez, realizó envíos de dinero a otras personas sospechadas de integrar la presunta organización a través de encomiendas que fueron retiradas en la ciudad de San Lorenzo y en Neuquén.
Según una fuente, en total la PSA secuestró 11 kilos de cocaína; 2.3 kilos de marihuana, 529 gramos de presunto Mdma en formato cristal; más de 13 millones y medio de pesos, 19 mil dólares, doce armas de fuego, gran cantidad de municiones y 14 rodados.
El origen del expediente que tramita la Fiscalía Federal 2 de Rosario, a cargo de Matías Scilabra, junto con el fiscal coadyuvante Franco Benetti, fue el desprendimiento de tareas investigativas sobre un vendedor de estupefacientes que era provisto por un hombre oriundo de Salta, que ingresa la droga al país junto con su pareja y una mujer allegada.
En Buenos Aires, los encargados de hacer llegar la droga a los puntos de venta fueron, a criterio de la causa, cuatro personas, motivo por el cual, se hicieron operativos desde este domingo en las localidades bonaerenses de San Nicolás, Ingeniero Budge, Melchor Romero, La Plata, Cañuelas y Mariano Acosta.
Por su parte, en Rosario quienes recibían los estupefacientes eran un hombre que estaba encargado de abastecer a la presunta banda de un supuesto jefe narco de bajo perfil, sindicado por la comercialización del material ilícito con la colaboración de su hijo y su nuera.
