El complejo agroexportador del Cordón Industrial se encamina a ser un sueño de desarrollo que no fue, ya tenemos en el haber ser testigos sin asombro y en silencio de la extinción total del complejo químico petroquímico con el cierre de las empresas más emblemáticas, entre ellas la Refinería San Lorenzo.
La falta de programas de desarrollo a cincuenta años como así también la conflictividad permanente están haciendo de nuestro complejo agroexportador un lugar hostil y en vías de achicarse, en la actualidad la industrialización de soja está en sus niveles más bajos de la historía, pero todos están pidiendo “flan” parábola de discurso irracional que inmortalizara por el actor Alfredo Casero.
Hace pocos días nos anoticiamos que la empresa de remolque de barcazas UABL – empresa que buscó instalarse en San Lorenzo para construir un astillero, lo hizo en Pueblo Ester hoy abandonado – está reduciendo sus tripulaciones nacionales con empleados de nacionalidad Paraguaya, la perdida de soberanía naval nunca fue una prioridad para el Kirchnerismo más allá de autopersivirse nacionales y polulares. El relato de soberanía y desarrollo construido por el Kirchnerismo fue militado por los gremios regionales, hoy los encuentra escondidos en los rincones apurados por las bases que no llegan a fin de mes y con un mercado laboral cada vez más chico.
Algo que puede ser una punta para explicar la falta de futuro y un presente tumultoso que vivimos es el desenfoque de formación que todos tenemos en la región, ejemplo de ello es que en toda la región existen muy pocos abogados especializados en los temas fluviales, zona donde ingresan más de 3000 buques por año. La formación de líderes territoriales puede ser un anticuerpos para que no terminemos llorando sobre la soja derramada. Queda poco tiempo.
