La empresa Vicentin busca cerrar el concurso y había presentado una propuesta a 12 años que incluye un fideicomiso con tres interesados estratégicos. Bunge Argentina, Viterra y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), se quedarían con el manejo del 95% de la empresa, mientras que los accionistas de Vicentin con el 5%.
En este marco, la empresa anunció a fin de junio pasado que ya había logrado reunir las conformidades necesarias para alcanzar la mayoría de capital y de personas requeridas para que su propuesta de pago sea aprobada en el marco del concurso preventivo. Obtuvo 63% de las personas y 74% del capital. La cerealera ofreció pagar hasta US$30.000 a cada uno de los acreedores y el 10% del monto verificado convertido a dólares. Al año siguiente pagará otro 10%.
Luego, todos los créditos pasarán a un fideicomiso que recibirán en 12 años aproximadamente un 10% final, sujeto a las contingencias que deba asumir la compañía en el transcurso de ese período. Dentro de los contratos definitivos hay una cláusula en donde se indica que los tres socios estratégicos ingresarían a Vicentin al cabo de ese plazo y que en el medio la cerealera va a ser administrada por un directorio independiente, prestando servicios de fasón exclusivamente a ellos tres, a cambio de lo cual recibirá el pago de la totalidad de los costos fijos y variables de la operación, incluyendo el mantenimiento de los activos.
“Confiamos en que impere el buen criterio y el concurso sea homologado prontamente dadas las necesidades de resolver esto rápidamente en virtud de la sequía”, dijo Estanislao Bougain, director independiente de la firma, luego de que se conociera la decisión del juez, en diálogo con Marcelo Fernández por CNN Radio Rosario.
Y agregó: “Desde el 28 de junio del año pasado ya habíamos presentado las mayorías suficientes, pero como el expediente fue a la corte y estuvo allí ocho meses, esas mayorías no pudieron ser hechas valer sino hasta ahora”.
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“En el concurso más grande de la Argentina hemos logrado mayorías tremendamente contundentes que superan estos números con creces, porque tenemos 62% de personas que representan 74% del capital. Esto es inédito en la Argentina, en un concurso de estas dimensiones. Y esto muestra que hay un consenso general en que la salida de Vicentín es esta”, remarcó el directivo.
En relación a la situación con el Banco Nación, explicó que “hemos estado en conversaciones con ellos, seguimos en conversaciones con ellos, pero no logramos entendernos. Hemos ofrecido la misma apertura al Banco Nación que hemos ofrecido al resto de las entidades financieras”. Y agregó: “Pero el banco no está proponiendo ninguna alternativa a esto.”
Por último, en relación al futuro recordó que “hay 10 días, seguramente el juez nos dará traslados después de eso, de los que hayan presentado impugnaciones y después tendrá que resolver si homologa o no homologa. Nosotros estamos convencidos de que vamos a terminar homologando”, sentenció Bougain.
Además, el directivo manifestó la “preocupación” porque con la caída de la producción de granos por la sequía y la incertidumbre sobre la homologación se les hacía “muy difícil” conseguir fasones para sostener la actividad de la firma.
Actualmente la empresa trabaja con esa modalidad, es decir, presta servicio a terceros. Tanto los granos que diariamente ingresan a las plantas para ser procesados como los productos que se elaboran (harina y aceite) pertenecen a otras compañías. Por esa razón, el directivo alertó que con la caída de la disponibilidad de granos por la sequía va a bajar la demanda para producción a fasón. En este contexto, dijo que la empresa queda obligada a “hacerse cargo de todos los costos fijos con una caja que es finita”.
Vale recordar que un grupo de al menos 72 acreedores granarios de la cerealera habían impulsado un proceso de cramdown de la empresa. Se trata de un mecanismo de última instancia a una quiebra que permite que acreedores u otro actor externo pueda formular una propuesta para tomar el control.
Entre las firmas que promovían el proceso estaban empresas conocidas como Gear, Grassi SA, Granar, Ortega Hermanos, La Clementina, La Constancia Agro SA, Baya Casal Enrique M. SA, entre otras.
“La quiebra y/o el desguace o un plan de pagos como el planteado, son un golpe al corazón de la cadena del agro, es decir, a cientos de pymes de todo el país, que verán socavados sus capitales de trabajo, construidos con mucho esfuerzo durante décadas”, habían indicado en un comunicado la empresa.
