Esta mañana, el otrora secretario general del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA), Herme Juárez (y también ex presidente de la Cooperativa de Trabajos Portuarios) arribó a las puertas de la sede gremial en Puerto San Martín e intentó ingresar.
Afuera lo esperaban por lo menos medio centenar de estibadores que le dieron una bienvenida como jamás imaginó, pues le dijeron, cara a cara, que se fuera, que su gestión ya es historia, que no lo quieren más al frente del sindicato y tantas otras recriminaciones y acusaciones.
Juárez escuchó atónito el reclamo de los trabajadores en contra de sí mismo y de tantos años de administración de dicho gremio. Estupefacto, tras varios minutos de recibir los agravios, optó por retirarse de la puerta.
«Acá no lo queremos más», insistieron los estibadores. «Vayamos a elecciones y que gane el que gane», planteó otro de los trabajadores portuarios. Vino Caliente, con la habilitación judicial en mano, decidió correrse a la calle.
Los estibadores también repudiaron los dichos de Javier Rabadé, abogado de Vino Caliente, al calificar la manifestación de trabajadores como «un piquete».
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