Un escándalo de gravedad institucional estalló durante las jornadas de audiencia imputativa contra Ariel Máximo “Guille” Cantero y otras ocho personas por amenazas, extorsiones y balaceras contra el propietario de una cadena de agencias de loterías en Rosario. En la acusación, el fiscal Pablo Socca ventiló conversaciones telefónicas entre su colega Matías Edery y Mariana Ortigala, investigada por su rol de testaferro del líder de Los Monos y quien fuera testigo clave en el juicio contra Esteban Alvarado, capo narco enemistado con Cantero y quien en junio del año pasado fuera condenado a la pena de prisión perpetua.
El fiscal Socca pidió que los nueve imputados del caso queden en prisión preventiva por el plazo de ley, salvo uno que habría tenido una participación secundaria en el plan pergeñado por Guille Cantero desde la cárcel de Marcos Paz. Y en ese sentido divulgó una serie de capturas de pantalla de conversaciones de WhatsApp que ocasionaron un tsunami de especulaciones en el Ministerio Público de la Acusación.
Cuando fue allanada el lunes de la semana pasada en su casa de Funes Town, Ortigala señaló que uno de los celulares secuestrados, de marca Xiaomi, estaba destinado exclusivamente “a pasarle información a Edery”, según consta en la acusación de los fiscales Socca y Miguel Moreno. En 2021, el Edery ya había informado que Ortigala era una de sus informantes, indicaron.
Cuando abrieron el celular Xiaomi secuestrado en la casa de Ortigala, descubrieron conversaciones en donde la mujer le envía a Edery un link de una noticia en relación a una balacera contra un local de Mendoza y Matiendo.
“La mujer le pregunta si el caso era suyo y pone «jajaja». Después de recibir de respuesta un audio, ella responde que sabe que lo baleó un tal Flaco, que era su amigo y que le manejaba la plata a René (posiblemente Ungaro, otro jefe narco rosarino). La causa por esa balacera la tuvo el fiscal Federico Rébola y nunca se compartió la información. Ya que tanto se valora la información que esta mujer brindó, en este caso no llegó”, cuestionó Socca.
En otra de las conversaciones entre Ortigala con el contacto agendado como “Mati Fiscalía”, le cuentan que “hace un año que Esteban (Alvarado) habla con Carmona, tenemos todas las escuchas”. En la audiencia, el fiscal Socca advirtió que su colega estaba compartiendo información de una causa penal en curso.
Ortigala también habla en otra de las conversaciones con un tal “Villalba en cana”, quien podría resultar un sindicado narco detenido en el barrio Gráfico con 12 kilos de cocaína. En dicho chat el recluso le cuenta que al día siguiente “iban a hacerse allanamientos por parte de la Agencia de Investigación Criminal”. Y le indicó que “ya sabe la gente del Peruano”.
En otro diálogo con una persona agendada como “Pikín Último Último”, la investigada como testaferro del Guille Cantero recibe datos sobre allanamientos que estaban por hacerse en una causa por homicidio, que tenía a su cargo la fiscal Gisela Paolicelli.
