En la mañana, las primeras gotas de lluvia hicieron su aparición, marcando el inicio de un día con condiciones climáticas adversas. La visibilidad se mantuvo estable en 15 kilómetros, mientras que la humedad alcanzó un alto nivel del 87%. Vientos leves del este, con una velocidad de 3 kilómetros por hora, acompañaron el desarrollo de las precipitaciones.
Los rosarinos, previendo el pronóstico, se prepararon para una jornada con fuertes lluvias y posibles tormentas. La alerta amarilla emitida por el SMN indicaba la posibilidad de condiciones meteorológicas adversas que requerían precaución por parte de la población.
En el marco de la semana, se proyectaba que el miércoles 22 de noviembre presentara nubosidad variable, con una máxima de 27 grados y una mínima de 18, ofreciendo un respiro tras la jornada de tormentas.