En 2012, Norberto Devesa y Silvana del Greco compraron y reformaron una estancia en Marcos Paz, el corazón del campo bonaerense. El proyecto familiar fue construir un espacio para conectar con la naturaleza, los caballos y los animales de granja, pero con el tiempo fueron ampliando el negocio y transformaron los tres silos de la propiedad, construidos por una colonia menonita, en hospedajes de lujo, con jacuzzi y todas las comodidades para vivir una experiencia diferente.
“El emprendimiento surgió de querer compartir con otras personas el casco de la estancia, que disfrutamos durante años en familia”, contó a TN Del Greco. Estancia Las Marías se encuentra a menos de 50 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires y cuenta además con domos, que completan la oferta del glamping.
Devesa es ingeniero y Del Greco arquitecta; juntos encararon las reformas del casco de la estancia. “La casa estaba muy deteriorada en su interior, lo que nos llevó a demoler internamente paredes y restaurar espacios, siempre buscando mantener el estilo tudor y su magia”, contaron.
Para ampliar las comodidades sumaron una pileta climatizada y una sauna, lo que les permitió evitar altibajos de la temporada baja y recibir huéspedes todo el año.
Hospedarse en un silo, una propuesta innovadora para disfrutar del campo
Una vez reformado el casco de estancia, el matrimonio buscó extender los servicios al resto del predio y así fue como incorporaron primero tres domos y luego convirtieron los silos en hospedajes de lujo.
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“Incorporando tres domos y creamos una laguna y como recibimos muy buena respuesta al emprendimiento, decidimos avanzar”, contó Davesa.
Para la colonia menonita de La Pampa, los tres silos les permitían conservar bajo resguardo unas 60 toneladas de granos en cada uno de ellos. Hoy dedican su espacio a otro fin.
“Las estructuras cilíndricas de los silos son de chapa galvanizada, de un diámetro de 4,20 metros y 6 metros de altura útil, más 1,20 metros de elevación, antes utilizada para la descarga. Aprovechando la altura diseñamos dos plantas. En la planta baja hay un living; una cocina con desayunador totalmente equipada, y un baño completo. Subiendo por una escalera curva, que acompaña a la forma circular del silo, se encuentra la habitación de estilo nórdico”, describió Del Greco.
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“Para ser confortable, térmica y acústicamente, las paredes y techo fueron revestidos con lana de vidrio, y en el interior con PVC texturado y placas de yeso en el cielo raso”, indicó Devesa.
A cada silo se accede por una puerta antigua, que busca contrastar con la chapa, la iluminación y la ventilación del dormitorio. Además, en la planta hay un balcón metálico y en la entrada un deck con jacuzzi, un fogonero y una mesa estilo campo.
Cuánto cuesta hospedarse en los silos
Por tratarse de un hospedaje de campo, los anfitriones proponen una estadía prolongada, desde las 10:00 al atardecer del día siguiente, lo que permite disfrutar de dos días completos. El precio mínimo es $65.000 que incluyen desayuno y frigobar.
“Que el predio esté inmerso en el campo de la provincia de Buenos Aires hace que sus vistas sean inmejorables para quienes buscan tranquilidad”, aseguró Davesa, que promete una experiencia de lujo e inolvidable tanto en el casco de la estancia, como en los domos y en los silos.